Como decía el militar prusiano Carl von Clausewitz, "la guerra es la continuación de la política por otros medios", el impulso de recuperar las islas Malvinas -ocupadas desde 1833 por el Reino Unido- nació en el seno de un régimen militar ya desgastado, con una fuerte oposición, y en una lucha por el control del poder dentro de la Junta Militar. Es por ello que la victoria en el conflicto bélico significaría la legitimación de la dictadura iniciada el 24 de marzo de 1976. La llamada "guerra sucia" contra la subversión había alcanzado sus límites y la sociedad comenzaba a manifestar su resistencia al régimen, sumado a que las consecuencias de la política económica "entreguista" reflejaban el empobrecimiento general del país. Por lo tanto, era necesario provocar un "golpe de efecto" que debía provenir única y necesariamente del orden externo. De esta manera, el sentimiento nacionalista reivindicatorio de la soberanía argentina sobre las islas usurpadas por los británicos, bajo la absurda creencia de que la colaboración prestada a la estrategia contrainsurgente del presidente norteamericano Ronald Reagan en América Central haría que Estados Unidos apoyase o se mantuviese neutral. Estados Unidos apoyaría a su aliada Gran Bretaña, fiel a la política ultra conservadora que compartía con Margaret Thatcher, proveyéndole información estratégica y armamento. Por otra parte, las F.F.A.A. tampoco comprendieron que aunque sí pudieron llevar a cabo su plan de aniquilación contra la insurgencia guerrillera, no estaban preparadas para enfrentar una guerra contra fuerzas militares técnicamente superiores. Jóvenes soldados se vieron ante una potencia experta en el escenario bélico y era casi previsible el desarrollo -siempre tergiversado- y su consecuente resultado. Desnutridos en un ámbito que requiere tiempo de adaptación por sus condiciones adversas y con un precario armamento, así se comprometieron para salvar el honor de la Nación, la Patria ante todo. Aun me provoca escozor ver las imágenes que muestran a la gente reunida en el punto de convocatoria por excelencia de la Plaza de Mayo, aplaudiendo y vitoreando esta guerra, que fue una guerra propiamente del gobierno militar, también legitimado por la mayoría de la población. No obstante, se debe tener en cuenta que los pocos y valientes que se alzaron para denunciar el objetivo real de la dictadura, no deseaban la victoria inglesa, sino la derrota del enemigo principal: la Junta Militar. El 2 de abril de 1982 la cadena nacioanal de radio y televisión daba inicio al conflicto, que terminaría dos meses después para dar por finalizado el régimen militar más sangriento y crudo de la historia argentina.
A modo de una última reflexión, en medio de las descalificaciones que corren de parte del gobierno hacia el campo, y viceversa, en diarios y pantallas, pido respeto y reconocimiento a estos grandes hombres, que tuvieron que crecer de golpe, con cuyo valor, esfuerzo y coraje han defendido el ideal de la libertad... que este día sea recordado, no sólo hoy ni para nuevas campañas políticas, sino todos los días.
A modo de una última reflexión, en medio de las descalificaciones que corren de parte del gobierno hacia el campo, y viceversa, en diarios y pantallas, pido respeto y reconocimiento a estos grandes hombres, que tuvieron que crecer de golpe, con cuyo valor, esfuerzo y coraje han defendido el ideal de la libertad... que este día sea recordado, no sólo hoy ni para nuevas campañas políticas, sino todos los días.
"Esta tierra que es una herida, que se abre todos los días"
Nuestro amo juega al esclavo, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
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