domingo, 9 de abril de 2017

De Filemón, Mefistófeles y otros daimon

"Filemón y otras figuras de la fantasía me llevaron al convencimiento de que existen otras cosas en el alma que no hago yo, sino que ocurren por sí mismas y tienen su propia vida. Filemón representaba una fuerza que no era yo. Tuve con él conversaciones imaginarias y él hablaba de cosas que yo no había imaginado saberlas. Me di cuenta de que era él quien hablaba, y no yo. Él me explicaba que yo me comportaba con mis ideas como si las hubiera creado yo mismo, mientras que, en su opinión, estas ideas poseían su propia vida como los animales en el bosque o los hombres en una habitación, o los pájaros en el aire: «Si ves hombres en una habitación, no se te ocurriría decir que los has hecho o que eres responsable de ellos», me explicó. Así iba yo familiarizando paulatinamente con la objetividad psíquica, la «realidad del alma»".


Carl G. Jung 
Recuerdos, sueños y pensamientos (1962)


Aparte de coger como los dioses, se podría decir que Sting también tiene otros atributos, musicales por ejemplo...

sábado, 8 de abril de 2017

Los valiosos arquetipos


"En la medida en que lograba traducir mis emociones en imágenes, es decir, hallar aquellas imágenes que se ocultaban tras las emociones, sentía tranquilidad interna. Si me hubiera abandonado por completo a mis emociones, lo más probable es que hubiera sido destrozado por las actividades del inconsciente. Quizás los hubiera podido separar, pero entonces habría caído irremisiblemente en una neurosis y finalmente sus contenidos me hubieran destruido. Mi experimento me afirmó en la convicción de lo valioso que es, desde el punto de vista terapéutico, hacer conscientes las imágenes que se hallan detrás de las emociones". 

Recuerdos, Sueños y Pensamientos
Carl G. Jung (1962)

jueves, 6 de abril de 2017

A cualquier hombre en mi vida

Yo lo quise como una nena caprichosa
la nena vulnerable, a la que todos abandonan
Sólo para mí y para jugar al amor de un solo modo posible
Primero aprendí a mandarlo a la mierda
Luego descubrí que esa mierda era sólo mía
Que yo la fabriqué mediante la descomposición de los hilos, los más firmes del tejido
que habíamos estado armando
Que sólo yo había puesto semejante énfasis en los agujeros.
Más tarde aprendí a recoger mi propia mierda, a usarla de una forma más decente para ser capaz de desearle lo mejor.
A él también.
Alguna otra vez volveré a recordar el valor de la mierda 
para no volver a pudrir lo que él también quiera que sea.
Lo que tenga que ser.


miércoles, 5 de abril de 2017


Lo más lindo de haber aprobado un final
es habilitarse a una misma para darse un empacho junguiano.