jueves, 11 de mayo de 2017

Apuntes mientras leo Psicología de las masas...

*Entre tanta indagación de las masas: efímeras y duraderas, homogéneas y heterogéneas, naturales y artificiales, yo sólo puedo pensar en esto...

*Parafraseando a Ricardo Arjona: Ayúdame, Froi, que no cesa de abrírseme el apetito.

*De repente (págs. 102-103) no sé si estoy leyendo psicoanálisis o un cuento de terror: "un niño desesperado por la pérdida de su gatito declaró paladinamente que él mismo era su gatito, empezó a caminar en cuatro patas, no quiso sentarse más a la mesa para comer, etc...". No bastando con eso se pone ultra-truculento capaz de erizarnos hasta los folículos pilosos recientemente escindidos: "la sombra del objeto ha caído sobre el yo".

*Ya lo publicaba en 1923 el libidino-sísimo dr. Freud y todavía no aprendemos: "el enamoramiento conlleva cierto perjuicio para el yo". Aún más "el objeto llega a poseer todo el amor de sí mismo del yo, ha devorado al yo"... y por último, este remate: "el trecho que separa el enamoramiento de la hipnosis no es evidentemente muy grande". Así que... ¡a dejar de enamorarse, pebetes y pebetas!


La canción es monótona, repetitiva, cursi, empalagosa, si se quiere mala!
pero dieron en la tecla con las notas de ese acordeón.

5 comentarios:

  1. Para mi el problema no está en el enamoramiento. Para mi el problema está en lo enferma que es la sociedad en la que vivimos, que produce lógicamente seres enfermos. Freud es un retratista de este tiempo demencial. Creo que el trabajo que debemos hacer es precisamente el de sanar, no el de aceptar que la enfermedad como normalidad. Debemos hacer lo posible por estar sanos, de ese modo los enamoramientos a los que haya lugar serán más sanos también.

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  2. Pies libres12 mayo, 2017

    Pues yo veo esas masas y el efecto en mi psicología es contundente, necesito comerlas. ¿Será esta la famosa manipulación de las masas?

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  3. Freud es un exégeta de lo peor del humano, que es lo que domina nuestro tiempo moderno. A su vez, se trata de las formas más burdas y groseras que del humano se podrían esperar. No es de extrañar que en el tiempo que vivimos, el amor se encuentre tan devaluado y enfermo. Para un aprendiz de humano, no me parece una buena referencia. Prefiero en cambio conceptos que representen un auténtico desafío para un tiempo como el que vivimos. En relación a lo que podríamos aspirar en el ámbito del amor, me gustó este concepto:

    Quien te ama sin conocerte a profundidad, te ama por un proceso involuntario sobre el cual no tiene control. Eres un elemento al servicio de una función unilateral, una herramienta, una cosa, una propiedad.Una vez que este proceso concluye, el vinculo perece.
    Por otro lado, quien consiga entender la dinámica entre tu historia, tu personalidad y tus conductas, te amará como sistema independiente, de manera autónoma.
    Te amará por lo que eres, y no por lo que representas para alguno de sus trastornos. Será un amor adulto, en lugar del infantil al cual estamos acostumbrados. Esto quiere decir que debes buscar a alguien paciente, que te aprenda durante años; a alguien inteligente, que sea capaz de comprender tu construcción entera; a alguien valiente, que no tema abandonar antiguas dependencias y a alguien con pasión, que pueda entregar su vida al arte que es apreciar el milagro que es tu desastre.

    – Jaime Carcaño

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    1. No sé si Freud será un exégeta de lo peor del humano. Creo saber que tenía una visión limitada (como muchos) pero llegando a ser bastante dogmático en algunos aspectos.
      De todos modos, el texto que citás sería compatible con el que yo refiero de Freud, porque allí el austríaco dice claramente que no habla del amor sino sobre el enamoramiento que está facilitado por un mecanismo inconsciente, involuntario e infantil.

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    2. Claro, sería como que los "humanos" de hoy en día poco y nada sabemos de amar, si es que alguna vez supimos mucho del tema. Yo muchas veces siento una añoranza que no sé de dónde viene, no de esta vida, no de mi vida, acerca de un tiempo feliz, en el que el amor existía y era sano, era verdadero. Lo siento sobre todo cuando bailo danzas tradicionales, muy antiguas, y mi Ser se remite, en una especie de arqueología emocional, a tiempos remotos, a tiempos de aldeas, de tribus, de clanes, de pueblos con identidad, de danzar en ronda para celebrar siembras, cosechas, nacimientos, muertes, casamientos. Y en ese sentido yo no sé qué nos está pasando, si estamos viviendo una crisis, o si estamos involucionando, pero este presente no me gusta y no lo quiero, y creo que Freud y todo el dogma que se ha creado alrededor de él, naturaliza y normaliza el momento que estamos viviendo.

      Por otra parte, entiendo esa naturalización y normalización que se hace, al fin y al cabo, son miles de años que la moral, la religión y la cultura, a través de innombrables instituciones, vienen trabajando y moldeando la sociedad en la que vivimos. Sin embargo, no pierdo la esperanza y la fe, ya que con mucha frecuencia encontramos personas que nos muestren que una vida más humana es posible, personas que rompen con todos estos esquemas, y que alcanzan un grado de desarrollo personal que los convierte en verdaderos pro-humanos en medio de tanta mediocridad.

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