lunes, 24 de diciembre de 2012

En busca de callitos extraviados

     El intento no fue trunco, la mano no se torció. Pero ahora, necesito recuperar los callitos de mis dedos izquierdos, los de una época que ejerce sin trastocar la buena memoria y me retrotrae a través del cable a Tierra que supo llevarme a bordo, cuando ella se sentaba sobre mi regazo y yo me apoyaba a gusto sobre las cuerdas desplazándome como pajarito errante de árbol en árbol, ensanchando los minutos hasta desembocar en una eternidad enteramente dichosa marcada solamente y dulcemente por los acordes que ella conseguía extraer de mis huidas y yo luego, quería devolverle como persiguiendo sus latidos.

    Ello requerirá de práctica, que se sabrá diaria y horaria, con cierto acompañamiento de voz... así que hago de esta entrada un comunicado, después de cuya publicación se entenderá que mis vecinos (y quienes se encuentren cerca) han quedado avisados de que la guitarra criolla y yo volveremos a surcar el aire juntas, pese a que en ocasiones me ha robado la imaginación una imagen mía sosteniendo una guitarra acústica (y esto puede oler a infidelidad), esperamos que no ofenda a nadie nuestra reconciliación. Trataré de no desafinar.

1 comentario:

  1. Seguro van a sonar Uds dos más agradables que los vecinos que por lo que leí antes sólo aportan gritos. Tocale a las visitas también ;)

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