Esa inexplicable sensación de concebir adorable todo lo suyo De registrar su ausencia como el incremento de aquél sentimiento De aprender a regocijarme en la dicha del querer a alguien y manifestarlo De asumir que no quiero arriesgarme a someter este cálido y real cariño al capricho de exigirle alguna expectativa De ofrecer lo que esté a mi alcance y atender a recibir lo que de corazón está procurándome
Sinceramente no sé si seguir llevando la bici a reparar, decidirme a venderla o exorcizarla. Y lo notable es que la última opción me viene pareciendo ser la más auspiciosa.
Finalmente llega el momento en que toda obsesivalogra darse cuenta y exclamar a los 4 vientos... ¡estoy rodeada de histéricos! Una canción para amenizar el descubrimiento. Seguimos con la onda armenia.
haberme entregado en cuerpo y alma hasta acabar sitiada en una aridez
por descuidada, por desatenta por mis también idénticos demonios
en la mismísima fuente sagrada
descender con la fuerza de las circunstancias hacia las raíces
buscando el agua para volver a fluir
en la templanza de quien todo lo comprende porque el todo la contiene
porque todo está lleno de amor para hacer simpatía (y el que busca, encuentra...)
y regenerarme en una danza que simbolice toda la consideración que puedo infundirme esta noche
La canción expresa las dificultades que sobrevienen en el destino del amor entre un muchacho de origen turco y una joven, armenia. Más o menos como las delicadas vicisitudes que frecuentan el amor de a 2, el amor del todo y el amor al sí mismo cuando intentan caminar juntos.