Esto no tenía que volver a suceder, y se repite como tantas otras situaciones, persistiendo perpetua como si la redundancia ya no fuera motivo suficiente para poder evitarlas. Sentirme gris, abandonada por la indiferencia, difuminándome en espacio y tiempo hasta desgarrarme al cabo de un rato en bruma silente detrás de risas que hoy se oyen como un sarcasmo proyectado de sus intereses egoístas. Luego, sólo devenir en sombra, al otorgar cualidades a personas que jamás han hecho nada en concreto para merecerlas, y en nada las perturbará saber que las ilusiones que han creado se han desvanecido. Porque al fin y al cabo es mi culpa, y siempre lo será si sigo intentando sembrar indicios de amistad donde no refleja el sol. Si se pudiera representar a la confianza, ¿cuántos moretones le dibujarías?
A veces quisiera desaparecer por mí misma… ¿sabrán ellos acaso lo que es sentirse invisible y que nadie lo note? ¿Serán capaces alguna vez de oír el grito más ensordecedor que existe, el grito mudo del desarraigo? ¿Habrán escuchado de la nostalgia que acarrean los fantasmas, añoranza de un hogar que nunca logran establecer? Sin embargo, ellos son como son, y yo no puedo juzgarlos.
Si la perfecta amistad considerada por Aristóteles se basaba en la semejanza y reciprocidad, ¿cómo lograr asemejarse el uno en el otro sin convertirse uno solo en el ser completamente asemejado?, ¿cómo alcanzar una relación desapegada de la conveniencia en este mundo tan utilitario y egoísta? Tal vez sea como dicen, que los buenos amigos son apenas unos pocos y menos de los que creemos, entonces la imposibilidad de la amistad sea una regla y éstos verdaderos amigos constituyan la excepción.
No es mi intención ocultarme... ¿quién dijo que quería disimularme? Yo sólo quiero mostrarme tal cual soy, en cada una de mis matices, porque no me siento avergonzada de ello. ¿Cómo voy a estarlo si es lo único que soy en esta vida, y lo único que puedo dejar de ser? De otro modo estaría falseándome, me anularía y definitivamente me enajenaría del mundo. Quisiera reír, crecer hasta convertirme en una risa enorme, ominosa, que puede reírse de esos falsos sentimientos y luego tomar el coraje de devorarlos uno por uno lentamente, haciéndolos caer, más secos que el corazón de una manzana oxidada… Pero desde luego los estaría complaciendo de nuevo ayudándoles a remendar sus mangas largas. Además, los fantasmas sí existen, y yo soy uno de ellos, visible para quien quiera ver.
Claris.
Threw you the obvious
and you flew with it on your back.
A name in your recollection,
down among a million same.
Difficult not to feel a little bit
disappointed and passed over.
When I've looked right through,
to see you naked but oblivious.
to see you naked but oblivious.
And you don't see... me.
But I threw you the obvious
just to see if there's more behind the
eyes of a fallen angel,
eyes of a fallen angel,
eyes of a tragedy.
Here I am expecting just a little bit,
too much from the wounded.
But I see, see through it all.
See through, see you.
Cause I threw you the obvious
to see what occurs behind the
eyes of a fallen angel,
eyes of a tragedy.
Oh well, oh well.
Apparently nothing,
apparently nothing at all.
You don't, you don't...
you don't see me.
You don't, you don't...
you don't see me.
You don't, you don't...
you don't see me.
You don't, you don't...
you don't see me.
You don't see me.
You don't, you don't...
you don't see me at all.
Three Libras,
A Perfect Circle