“Nos hemos vuelto demasiado civilizados
para ver lo evidente”
“Ya de joven me había fijado en que ningún periódico cuenta
nunca con fidelidad cómo suceden las cosas, pero en España vi por primera vez
noticias de prensa que no tenían ninguna relación con los hechos, ni siquiera
la relación que se presupone en una mentira corriente. Vi informar sobre
grandiosas batallas cuando apenas se había producido una refriega, y silencio
absoluto cuando habían caído cientos de hombres. Vi que se calificaba de cobardes
y traidores a soldados que habían combatido con valentía, mientras que a otros
que no habían visto disparar un fusil en su vida se los tenía por héroes de
victorias inexistentes; y en Londres, vi periódicos que repetían estas mentiras
e intelectuales entusiastas que articulaban superestructuras sentimentales
sobre acontecimientos que jamás habían tenido lugar [...].
En realidad vi que la historia se estaba escribiendo no desde el punto de vista que había ocurrido, sino desde el punto de vista de lo que tenía que haber ocurrido según las distintas “líneas de partido” [...].
Estas cosas me parecen aterradoras,
porque me hacen creer que incluso la idea de verdad objetiva está
desapareciendo del mundo. A fin de cuentas, es muy probable que estas mentiras,
o en cualquier caso otras equivalentes, pasen a la historia. ¿Cómo se escribirá
la historia de la guerra civil española? Si Franco se mantiene en el poder, los
libros de historia los escribirán sus prebendados y -por ceñirme al detalle de
antes- el ejército ruso que nunca existió se convertirá en hecho histórico que
estudiarán los escolares de las generaciones venideras. Pero supongamos que
dentro de poco cae el fascismo y se restablece en España un gobierno más o
menos democrático; incluso así, ¿cómo se escribirá la historia? ¿qué archivos
habrá dejado Franco intactos? Y aún suponiendo que se pudieran recuperar los
archivos relacionados con el bando republicano, ¿cómo se podrá escribir una
historia fidedigna de la guerra? Porque, como ya he señalado, en el bando
republicano también hubo mentiras a espuertas. Desde el punto de vista
antifascista se podría escribir una historia de la guerra que sería fiel a la
verdad en términos generales, pero sería una historia partidista que no
merecería ninguna confianza en lo que se refiere a los detalles de poca monta.
Sin embargo, es evidente que se escribirá una historia, la que sea, y cuando
hayan muerto los que recuerden la guerra, se aceptará universalmente. Así que,
a todos los efectos prácticos, la mentira se habrá convertido en verdad.
Sé que está de moda decir que casi toda la historia escrita
es una sarta de mentiras. Estoy dispuesto a creer que la mayor parte de la
historia es tendenciosa y poco sólida, pero lo que es característico de nuestro
tiempo es la renuncia a la idea de que la historia se podría escribir con
veracidad. En el pasado se mentía a sabiendas, o se maquillaba de forma
inconsciente lo que se escribía, o se buscaba denodadamente la verdad, sabiendo
muy bien que los errores eran inevitables; pero en cualquier caso se creía que "los hechos" habían
existido y que eran más o menos susceptibles de descubrirse. Y en la práctica,
había siempre un considerable caudal de datos que casi todos admitían. Si
consultamos historia de la última guerra [la primera guerra mundial], por
ejemplo, en la Enciclopedia Británica, veremos que una parte considerable del
material procede de fuentes alemanas. Un historiador británico y otro alemán
podrían disentir en muchas cosas, incluso en las fundamentales, pero sigue
habiendo un acervo de datos neutrales, por llamarlos de algún modo, que ninguno
de los dos se atrevería a poner en duda. Es esta convención de base, que
presupone que todos los seres humanos pertenecemos a una misma especie lo que
destruye el totalitarismo. La teoría nazi niega en concreto que exista nada
llamado “la verdad”.
[...]. El objetivo tácito de esa argumentación es un mundo de pesadilla en el
que el jefe, o el camarilla gobernante, controla no sólo el futuro sino también
el pasado. Si el jefe dice de tal o cual acontecimiento que no ha sucedido,
pues no ha sucedido; si dice que dos y dos son cinco, dos y dos serán cinco.
Esta perspectiva me asusta mucho más que las bombas, y después de las
experiencias de los últimos años no es una conjetura hecha a tontas y a locas”.
... Como si hubiera sido escrito para nuestro tiempo
Mi Guerra Civil Española
George Orwell