jueves, 5 de febrero de 2015

procurándome mi Tierra

¿dónde ha quedado mi Tierra?
agrietando la coraza inexpugnable... 
así me acerco
donde prosperan mis flores rojas...
ahí arraigo mi encuentro

con un fruto de la Tierra se alzó Eva
la oscuridad es al invierno,
la antesala de la primavera 
y mi útero pone
el fuego y la leña
 
     Las imágenes que ilustran mi micro-texto son obras de arte creadas por Zanele Muholi con sangre recolectada de su ciclo menstrual. Las elegí como acompañantes porque lo que se dio en nuestro encuentro fue una sincronicidad, con la impronta junguiana del concepto: coincidencia significativa de fenómenos vinculados no de manera causal sino por el sentido. Fue una conexión menstrual con ella y con cada mujer que está intentando experimentar su ciclo de un modo más natural, tendiendo hacia la aceptación que deriva del autoconocimiento. Lo que quiero decir es que el texto de arriba vino a mi mente antes de haberme encontrado con los dibujos de Zanele. Podemos decir que los símbolos fluyen y nos embargan por sí solos, como las flores rojas en el sangrado de nuestra menstruación.
    Al respecto, quiero comentar que ya son varias las artistas que utilizan su propia sangre como materia prima de sus dibujos; algunas conocidas en la red son Vanessa Tiegs y Juliaro. Por su parte, el blog La Carpa Roja les propuso a sus lectoras dejarse inspirar por su menstruación, la cual se encuentra en clara correspondencia con algunas fases lunares (para profundizar este conocimiento recomiendo el libro Luna roja, de Miranda Gray). 
    Lo llamativo, para mí es que el pasado año en México se convocó a mujeres y también a hombres a un concurso de dibujos realizados únicamente con sangre menstrual. La galería completa puede visitarse virtualmente, y allí mismo se enseñan técnicas de conservación, dilución y secado de la sangre para lograr alguna como estas maravillosas obras de arte, así que mi conclusión viene por el lado de que habría que iniciarse en esta práctica. Aún más, contando con el antecedente de que fueron hombres quienes consiguieron los dos primeros puestos: artemenstrual.org/resultados. Inferimos que, forzosamente, ellos tienen que haber sido provistos de la sangre menstrual por alguna amiga, pareja o hembra de parentesco. De cualquier modo, soy una romántica expuesta (¿o una  chisgarabís?: mujer entrometida) y me encantaría conocer la trama en la cual empezaron a crearse dichos dibujos, porque además me agrada descubrir que están cargados de simbolismo arcaico femenino cuya comprensión portan de seguro estos muchachos.

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