Quiero ver tus manos sueltas, tu mente aprehensiva es capaz de hasta lo intangible. Y si llevás una carga, que sean los libros, los tantos latentes por leer. Que nos desvele sólo el trazado de nuestros sueños, resaltado con la avidez de nuestras miradas, testigos del crecimiento. Quiero ver tus manos sueltas, recibirme... recibirnos, caminando y luego vueltos a sentarnos, porque sobre las tierras pedregosas el paso se hace firme y certero entre tus dedos.
A mi compañero de estudio, mi mitad y mi entero.
siempre es genial tener alguien con quien hablar sobre el estudio y demás cosas. Nos encontraríamos perdidos sin esa clase de apoyo.
ResponderEliminarMe encanta cómo escribes, Clarisa. Lo que daría yo por tener una compañera como tú =)Saludos y un abrazo =D
ResponderEliminarQué lindo che, las manos sueltas, conocés éste?:"En las manos te traigoviejas señalesson mis manos de ahorano las de antesdoy lo que puedoy no tengo vergüenzadel sentimientosi los sueños y ensueñosson como ritosel primero que vuelvesiempre es el mismo...". Bueno me hiciste acordar a benedetti. Hay otro mas conocido y de acordes cotidianos. Saludos!!
ResponderEliminarMAV: seguro, se hace más ameno cuando el impulso es mutuo.Winterchaos: ¡tanto tiempo! En cuanto pueda, estaré de pasada por tu blog nuevamente.inu: no conocía ese poema, tampoco al de Acordes Cotidianos. No suelo leer poesía, así que gracias por hacérmelos conocer.
ResponderEliminarHola, me gusto este texto. Un beso.
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