"Un fuerte egoísmo preserva de enfermar, pero al final uno tiene que empezar a amar para no caer enfermo, y por fuerza enfermará si a consecuencia de una frustración no puede amar".
Introducción al narcicismo, S. Freud (1914).
Más que extrañarlo a él,
siento que, con la intensidad de la verdad añoro,
lo que podríamos haber sido juntos.
Y siempre nos encargamos de suspender...
galopando los excesos de orgullo,
de quien piensa que tiene toda la vida,
toda para disfrutar...
con la altivez de quien se atreve a disputarles,
a las cuestiones del amor,
su justo valor.