Quien pudo (y puede) ver más allá, permite ya a su cabeza girar un poco hacia acá (sin replegarse tanto).
Quien se encuentra lo suficientemente despierto para dejarse llevar y que el viento no lo quiebre en algún cataclismo del impredecible devenir social.
Reacio a volverse endeble, será quien apure ahora a las circunstancias.
Seré yo, serás vos, serán aquellos... nuestros rulos erizados que se peinan al hablar.
El timón de la paciencia, la resistencia a la añoranza.
El timón de la paciencia, la resistencia a la añoranza.