lunes, 25 de septiembre de 2017

Buscando camorra


    "En las tribus primitivas o comunidades agrícolas, todos se conocen, cada uno se relaciona personalmente con el otro. Los retardados y deficientes mentales no son recluidos en instituciones, porque la comunidad simplemente los tolera. La gente se ríe y dice: "Bueno, tú conoces a fulanito". Recuerdo que al llegar a la aldea donde creí, se acercó un hombre que dijo: "mi padre es cleptómano. Roba todo lo que pilla. Si les roba algo, por favor no llamen a la policía. Hablen conmigo y yo les devolveré todo". Así, el pobre viejo cleptómano no necesitaba ser internado. Todos conocían su problema y lo compensaban. Esto es relacionamiento personal. E, incluyendo su problema, pertenecía personalmente a la comunidad. En una sociedad así, hay menos delincuentes y menos gente en el manicomio. La sociedad ampara y soporta al individuo, dándole un margen de libertad; las personas se encogen de hombros y perdonan, como diciendo: "Paciencia, él es así". La gente es aceptada tal como es. Eso es lo que perdimos. Eso es lo que debemos recuperar de algún modo". Marie Louise von Franz en El camino de los sueños.

    Puede resultar muy armonioso, pacifista, edulcorado, casi amorrado a los modismos nueva-erísticos (la raro-fonía del neologismo corre por mi cuenta) que pululan en la actualidad, leer este párrafo abstraído de algún hecho tan concreto como carnal. No obstante, lo que me ha enseñado mi propia y singular experiencia es que no voy a disponerme a dejarme influir por actitudes hostiles de personas que poseídas por su malestar interno no cesan de lastimar e imponerse en un entorno que justamente aunque incoherentemente, manifiestan, querer ecológico.

    No es que me considere mejor que nadie ni con facultades para detentar un poder de policía de señalar lo que está bien o mal, lo saludable o lo patológico; todo lo contrario a creerme egresada de la superación personal. Antes bien, siendo consciente de mis dificultades y postulando a la preservación de la salud mental como una garantía inexcusable en las actividades que desempeño, prefiero sacrificar mi pertenencia a esos círculos. En este sentido, me declaro abiertamente intolerante a todo aquél que ande buscando camorra, o que ose hacer tambalear la libertad de la alegría. 

    Entiendo adonde apunta el texto transcrito, como también que se trata de un extracto de una entrevista más global en la cual se intenta converger distintos temas. Yo me cuento entre quienes piensan que gran parte de los que en nosografía psiquiátrica se conocen como trastornos, son productos en los cuales las familias trasuntan los modos de relación de una sistema económico-político-social-cultural (muchas veces no consiguen escapar a ellos) . Pero me temo que una consideración tan inocente por hipotética puede llegar a lindar con una complacencia peligrosamente generalizable, que fomenta no hacerse cargo de los efectos que genera, esta vez, el individuo que no se hace responsable de su presencia en el mundo. La cualidad asombrosa del ser humano es la de poder manifestarse tanto a través del individuo como del colectivo.

domingo, 10 de septiembre de 2017

Estados oníricos


    Una vuelve empujada a la vigilia por la pesadilla que es angustia, que fue en su discurrir onírico grito y paralización coercitiva por venir de un exterior que se impone a la fuerza. Pero no se reacciona sino por la inaudita impresión de que en realidad todo esto viene del interior. La lluvia truena con la intensidad plutoniana con la que una no siempre está preparada para transigir. Que conmueve hasta al que se ha fabricado y declarado una vida aparte de los fenómenos naturales. El entorno zozobra con una energía que también es, por ser inherente, constitutiva de la vida. Alguna florece y cosecha, otra, que se inclina y se resquebraja en sus consideraciones iniciales, vuelve a labrar la tierra para sí misma. Con una confianza consolidada, de que la verdad es tan grávida en sus consecuencias que termina saliendo a relucir, distinguible por su pujante presencia enredada de venas y arterias capaz de cobrarse la certeza de un Yo petulante, con la sangre que lleva por vida. 

Imagen: Maxime Sabourin

jueves, 7 de septiembre de 2017

Amor líquido

Radicando en un sistema de vida donde la incertidumbre se derrama sobre los vínculos humanos y provoca el divorcio de sus átomos al punto de volverlos frágiles, inconstantes, volátiles, inciertos, huidizos, imprecisos, innominables, desconfiados, sospechosos, inverosímiles; al decir de Zygmunt Bauman, basados en alguna "conexión que no debe estar bien anudada, para que sea posible desatarla rápidamente cuando las condiciones cambien".
Esta modalidad, acaba siendo prevaleciente y por esta razón, puedo registrarla como la logística de un sistema de vida cuyos movimientos incalculables sacuden los vínculos de la forma que lo hacen con las economías de los países. Y todo legitimado, con el agua bendita de la nueva era que propone prescindir de la regularidad y en cambio, desapegarse, fluir sin un fin, tan sólo concentrarse en el aquí y el ahora pero con la misma fachada que la religión tradicional, porque se destaca que la realidad es una ilusión y la forma de emanciparse es trascenderla, como antaño se pretendió llegar al mismo objetivo desatendiendo el interés sobre el cuerpo.
Entonces, sita en este sistema de relaciones líquidas, pienso que atreverse a cultivar (derivando todas las implicancias que tiene este concepto en agricultura) el amor como tarea constante y voluntariosa en sus diversas manifestaciones, es un acto contracultural y hasta revolucionario.


jueves, 31 de agosto de 2017


"Es naturalmente una ironía el que yo, como psiquiatra, haya topado en mi experimento, por así decirlo, a cada paso con aquel material psíquico que constituye los elementos de una psicosis y que por ello se encuentra en el frenopático. Es aquel mundo de las imágenes inconscientes que sume al enfermo mental en fatal confusión, pero también a la vez una matriz de la fantasía creadora de mitos, que han desaparecido de nuestra época racional. La fantasía mítica existe en todas partes, pero es tan mal vista como temida, y parece incluso una experiencia arriesgada a una aventura equívoca confiarse a la senda insegura que conduce a las profundidades del inconsciente. Pasa por una senda del error, de la doblez y del equívoco. Pienso en las palabras de Goethe: «Atrévete a abrir las puertas ante las cuales todos prefieren pasar de largo»".



Texto: Carl Jung en Recuerdos, sueños y pensamientos
Imagen: Carl Jung en El Libro Rojo

domingo, 20 de agosto de 2017

"Porque «toda determinación es negación». Y tal vez el mayor obstáculo resida en la tarea misma del intérprete". 

Texto: Tarot, El Arte de Adivinar, Enrique Eskenazi (1978)
Imagen: Iustración de El Libro Rojo, Carl Jung (2009)