jueves, 11 de mayo de 2017

Apuntes mientras leo Psicología de las masas...

*Entre tanta indagación de las masas: efímeras y duraderas, homogéneas y heterogéneas, naturales y artificiales, yo sólo puedo pensar en esto...

*Parafraseando a Ricardo Arjona: Ayúdame, Froi, que no cesa de abrírseme el apetito.

*De repente (págs. 102-103) no sé si estoy leyendo psicoanálisis o un cuento de terror: "un niño desesperado por la pérdida de su gatito declaró paladinamente que él mismo era su gatito, empezó a caminar en cuatro patas, no quiso sentarse más a la mesa para comer, etc...". No bastando con eso se pone ultra-truculento capaz de erizarnos hasta los folículos pilosos recientemente escindidos: "la sombra del objeto ha caído sobre el yo".

*Ya lo publicaba en 1923 el libidino-sísimo dr. Freud y todavía no aprendemos: "el enamoramiento conlleva cierto perjuicio para el yo". Aún más "el objeto llega a poseer todo el amor de sí mismo del yo, ha devorado al yo"... y por último, este remate: "el trecho que separa el enamoramiento de la hipnosis no es evidentemente muy grande". Así que... ¡a dejar de enamorarse, pebetes y pebetas!


La canción es monótona, repetitiva, cursi, empalagosa, si se quiere mala!
pero dieron en la tecla con las notas de ese acordeón.

domingo, 7 de mayo de 2017

Efecto emulsión

Retengan esta fecha: 7 de mayo de 2017.
Claramente éste será recordado como el día en que engrasé el 25% de los utensilios de cocina que uso habitualmente, en vistas del que se ha convertido en mi objetivo máximo este último mes: la consecución de una crema natural. Evidentemente me pasé de grasosa, y cuando no, de graciosa. Resueltamente podrá pensarse que estoy jugando a hacer lo que nunca hice durante mi tierna infancia: menudo material para los psicoanalistas. Pues bien... con el tercer intento de emulsión en vías de devenir crema reposando en la heladera... y cruzando los dedos, saludo amablemente a todo quien quiera ser incluido por mi cortesía. Crucen los dedos y gambas por mí, que la Providencia sabrá contemplarlos en sus brazos.

sábado, 6 de mayo de 2017

Punto de inflexión

Me gusta el punto de inflexión en que algo decanta en otra cosa. A verdad decir, me atrae el cándido juego logrado. Resulta que el multiformemente inagotable Imposible justo viene a querer truncarle la paciencia y entrarle por los costados a la señora Certeza Confór, tan definitivamente redonda y cerrada sobre sí misma. Si el Ouroboros se come la cola, la Certeza se traga la lengua. Entonces, el ridículo del Imposible pulula la escena, de lo más jovial la señora Confór se echa a rodar a carcajadas, y a modo de encantamiento y de un enredo hecho de posiciones sexuales vienen a parir lo inesperado, que me toma por asalto.



[Nunca antes me pasó, no saber en qué etiqueta hacer encajar a un texto]

domingo, 9 de abril de 2017

De Filemón, Mefistófeles y otros daimon

"Filemón y otras figuras de la fantasía me llevaron al convencimiento de que existen otras cosas en el alma que no hago yo, sino que ocurren por sí mismas y tienen su propia vida. Filemón representaba una fuerza que no era yo. Tuve con él conversaciones imaginarias y él hablaba de cosas que yo no había imaginado saberlas. Me di cuenta de que era él quien hablaba, y no yo. Él me explicaba que yo me comportaba con mis ideas como si las hubiera creado yo mismo, mientras que, en su opinión, estas ideas poseían su propia vida como los animales en el bosque o los hombres en una habitación, o los pájaros en el aire: «Si ves hombres en una habitación, no se te ocurriría decir que los has hecho o que eres responsable de ellos», me explicó. Así iba yo familiarizando paulatinamente con la objetividad psíquica, la «realidad del alma»".


Carl G. Jung 
Recuerdos, sueños y pensamientos (1962)


Aparte de coger como los dioses, se podría decir que Sting también tiene otros atributos, musicales por ejemplo...

sábado, 8 de abril de 2017

Los valiosos arquetipos


"En la medida en que lograba traducir mis emociones en imágenes, es decir, hallar aquellas imágenes que se ocultaban tras las emociones, sentía tranquilidad interna. Si me hubiera abandonado por completo a mis emociones, lo más probable es que hubiera sido destrozado por las actividades del inconsciente. Quizás los hubiera podido separar, pero entonces habría caído irremisiblemente en una neurosis y finalmente sus contenidos me hubieran destruido. Mi experimento me afirmó en la convicción de lo valioso que es, desde el punto de vista terapéutico, hacer conscientes las imágenes que se hallan detrás de las emociones". 

Recuerdos, Sueños y Pensamientos
Carl G. Jung (1962)