lunes, 30 de mayo de 2016

Lo que supo ser 
se nos pasó 
como a pleno Sol se nos escurre de los dedos,
la vigencia de lo que soñamos anoche
siendo sólo materia y dominio de aquella Luna 
La paciencia se quebró
y colapsaron las manecillas
que comunicaban nuestros corazones
Fatigadas las palabras,
monopolizaron sus sentidos multívocos
se suicidaron, fue en invierno,
en el hueco de tus manos temblorosas,
como un cúmulo de hojas de otoño se desviste de clorofila
brindando testimonio en algún lugar fugaz,
al costado de la vereda.
Y las tuvo que venir a reciclar algún universo
donde todavía anda marchando alguna aguja
dispuesta a enhebrar la música de la vida
que no reniegue de los silencios fatales.

domingo, 3 de enero de 2016

El Cisne Negro

Dirección: Darren Aronofsky
(sí, sí: el mismísimo encargado de Pi)
Año: 2010


No puede ser más sincronístico este hecho: recibir el año nuevo decidida por curiosidad a mirar la película El cisne negro y destilar en su transcurso las lágrimas que me indicaban que estaba proyectando la médula de mi vida en otro contexto. Que se realiza hasta en el símbolo donde se muestra el intento de una psique desesperada por querer cruzar los límites arrancándose obsesivamente la piel.
Todos siempre supimos la historia: aquella de las hermanas gemelas opuestas de raíz, una que viste de luz y la otra menos conocida porque yace en la sombra, quienes no sólo van a hacerse la idea de entablar diálogo y reconciliarse, además van a tener que recrear el matrimonio sagrado: fundirse explícitamente para dar lugar a una mayor integridad, como cuando el principio femenino y masculino se sintetizan en un un nuevo ser...
Aunque para atravesar el proceso tengamos que ponernos de rodillas ante la crudeza de los modos con los cuales suele irrumpir nuestra Sombra, o Cisne Negro quien viene a quebrantarnos los cimientos de una estructura uniformemente sostenida, rígidamente mecánica y previsiblemente preparada. Como cuando encarnando el papel del Hades griego nuestro Señor de los Muertos arrebató a la doncella Perséfone de su perpetuo confinamiento en el útero de su polarizada madre. Donde es la fuerza del deseo, de la espontaneidad, de la astucia, de animarse a correr y a pedalear riesgos, de la sensualidad, de las sinuosidades, de la liberación, que vuelven a dar curso a la fluidez de la creatividad, de LA VIDA, porque nada podía latir allí donde nada entraba en movimiento. Con la templanza de saber que cuando nos decidamos a salir a la escena como Cisne Blanco lo haremos perfectamente renovados.
Dice Liz Greene que "en el seno de la psique hay un impulso hacia el crecimiento, que exige un cambio constante de aquellas formas mediante las cuales aquél se realiza. Lo quiera o no, el individuo debe crecer, y el ciclo del crecimiento incluye necesariamente un período de muerte, decadencia, nueva germinación, gestación y nuevo nacimiento. En la totalidad de la naturaleza se confirma este principio". 

lunes, 14 de diciembre de 2015

Born to run

    Correr es de aquellas extrañas cosas que al mismo tiempo me hace sentir mierda y súper bien. Da ocasión de que se me quiera emancipar una tumultuosa congregación de escupitajos, que la totalidad de mi rostro se vaya coloreando rojizo con una intensidad exhaustivamente acalorada, que muchas veces me produzca la sensación de que me estoy ahogando cuando precisamente estoy oxigenando todo el interior de mi cuerpo, hace que crea que a la próxima vuelta ni "fumada" ni aunque al mp3 que suele acompañarme le añada "los grandes hits" de las hinchadas argentinas de fútbol o las afirmaciones positivas del gurú de turno, la voy a poder concretar. Correr hace que me sienta agradecida por haberme animado a salir ese día, que recuerde que es una de las mejores formas de inaugurar el día, hace que me sienta recompensada cuando hallo tramos del parque donde se improvisan corredores de brisas y por haberme dado el lujo de catar diferentes matices del aroma a verde árbol, por cruzarme a los colegas que con sólo acompañarte te impulsan a no rezagar la marcha aunque te enrostren sus remeras colores flúor de cuando llegaron a los 21 km., satisfecha por haber logrado el número de vueltas que me había propuesto de antepierna... en fin, correr hace que recuerde que si vuelvo a olvidar que tengo que empezar a realizar los estiramientos puedo llegar a lamentarlo, por más que sean aburridos y hagan que me vea un tanto ridícula, el ridículo me salvará del aburrimiento, y en última instancia, si el cuerpo pide el ridículo pues el ridículo hay que darle.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Definitivamente...

estoy convencida de que la palabra favorita de H.P. Lovecraft era ominoso.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Más papista que el papa

    ¡Me cacho en diez! Próximamente tendremos la aplicación de chemtrails a gran escala con la bendición de Bergoglio...
apostasía is definitely coming!
    Pero... un momento... ante el modelo de carta que ofrece la página www.apostasia.com.ar para concretar la renuncia a la iglesia católica, me encontré con el nombre del arzobispo Mollaghan en el lugar del destinatario. Me puse nostálgica, porque me acordé de que él se había mandado una macana re grossa en el manejo de alguna moneda y yo ya no lo iba a poder encontrar en el arzobispado de Rosario. Porque Jorge Mario ejecuta milagros: el acusado Mollaghan enseguida se apareció en su sucucho Vaticano ocupando un cargo que lo habilitaba a juzgar delitos graves. 
    No... dale, que va, mientras que yo estoy acá preocupándome por el destino de mi apostasía y el de Mollaghan, seguro que ya Jorge Mario le habrá procurado varios chas-chas en la colita, que por eso lo quería tener cerca, a ver si los operarios del IOR (eufemismo para el banco del Vaticano) le enseñan a administrar los fondos "al modo Poncio Pilatos" (eufemismo para el lavado de dinero), que lo único que es puro humo es el Vaticano y el eufemismo correspondiente es fumata blanca.