lunes, 6 de abril de 2009

"Quien canta como ellos se siente libre"

   Los homenajes se hacen en vida, de lo contrario carecen de significación para la persona a la cual se encuentran dirigidos.
   No voy a entrar en la necrofiilia, camino que no transito pues aprecio o no a las personas por lo que hacen en vida, ni pretendo realizar un homenaje, que como ya mencioné anteriormente resultaría en vano. Tampoco intento llegar a algún lado ("anotate en el próximo Gran Hermano 6, 7, ¿cuántos ya?") o quedar en la historia ("¡para eso, volvé al Facebook!"), así que me gustaría considerar a esta publicación para escribir acerca de la música, la muy buena música que nos dejaron, y que hace varios años tengo el agrado de escuchar una y otra vez.
   Layne Staley, cantante del grupo grunge de cierta sonoridad metálica Alice in Chains, y una gran banda reunida de la mano de Mike Mc Cready, violero de Pearl Jam, llamada Mad Season. Bajo la consigna de no hacer grunge editó un único y excelente disco de rock de esos que pasan sin que uno se de cuenta, suena psicodélico, en partes con raíces de blues y fusión.
    Véanlo por uds. mismos: un cantante muy intenso en cuyas comoposiciones volcaba su desasosiego emocional, la angustia desmembrada en gemidos desgarradores, haciendo de la canción un refugio impenetrable. Creador de la brillante Angry chair, fue increíblemente generoso al brindar uno de los mejores (junto al de Nirvana) Mtv unplugged que se ha oído en uno de los peores momentos que se lo ha visto: muy delgado, tambaleante, ocultándose detrás de sus lentes oscuros. Aun hoy resulta impresionante y estremecedor en la misma medida que su voz pasa de diferentes tonalidades a lo largo de la canción, por momentos puede sonar cruda y por otros, desesperada o hasta conmovedora.



   Un bluesito muy lindo convertido en reliquia a cargo de Mad Season con la participación de Mark Lanegan, de los Screaming Trees.
    Kurt Cobain sigue siendo reconocido como el ícono más popular del movimiento grunge. Diariamente veo por lo menos a alguien usando alguna remera o cargando una mochila estampada con la famosa carita amarilla -de origen aun discutido- casi garabateada, que saca la lengua y tiene dos cruces en lugar de los ojos. Si bien Nirvana no fue la creadora del género, merece todo el crédito de haber conseguido expresar (y continuar haciéndolo) en la voz carrasposa de Kurt y su guitarra cargada tanto de ira como de melancolía, en sus líricas que nos sacuden y desmoronan el corazón el fastidio de toda una generación hastiada por el sometimiento económico y político mundial, la pérdida de valores entrañados en la humanidad sustituidos por valores materiales de plástico, que yacen a millas del interés  afectuoso por el otro.
   Tenemos que reconocer que logró la atracción magnética de los jóvenes necesitados de un referente que encabezase su desasosiego y desconcierto ante la situación actual. Sin llegar a ser contestatario los acogió en sus canciones, que combinadas con la vestimenta desarreglada eran el símbolo de una época de crisis económica, social y cultural, en la que emergió el grunge siendo un canal para la expresión con un legado cercano al punk rock, y los apartó absolutamente del fenómeno pop incipiente. Porque él era sincero. Si podía resultar depresivo, incomprendido o alienado, era porque él mismo podía manifestar sus sentimientos sin abrigar ningún prejuicio y no precisaba, sino que muy a menudo tenía que padecer del efecto secundario de la fama. Ese símbolo fue precisamente Kurt Cobain, y por ello caló hondo en los jóvenes, convirtiendo en himno la canción Smells like teen spirit (pese a que por su éxito comercial él terminó detestándola) y en escudo la imagen imborrable del incesante muchacho rubión de ojos claros.
   Jamás podré verlos en vivo, aunque ya es excelso tener parte de su obra; el resto se fue con ellos. A Kurt lo dejaron caer de bruces; a Layne lo empujaron lentamente al olvido. Maldita y jodida fama, y aquello que viene incluído en su paquete, Kurt y Layne sólo querían tocar y disfrutar de la música. 


 "... so sing just like him, fuckers!"
(¡Entonces canten como él, jodidos!)
04/20/02, canción escrita y ejecutada sólo por Eddie Vedder para Layne Staley, aparece incluida oculta en el disco doble Lost Dogs, de Pearl Jam.

viernes, 13 de marzo de 2009

"Veámoslo un poco con tus ojos"

    No pueden dejar de provocarme una mezcla de bronca, impotencia, repugnancia, disgusto, desazón los 3 minutos de una secuencia que no me la contaron, sino que la presencié durante la noche de ayer. Esto no sucedió en alguna villa carenciada de la ciudad, ni siquiera la misma historia fue protagonizada por personas de las que uno puede sospechar que pasan necesidad; da igual, en cualquiera de los casos, esta escena fue terrible.
    Por un un lado, la nena de unos 10 años, ofreciendo pequeños ramos de flores en una parrilla de la ciudad a cambio de unas monedas, o quizás más necesitada de un poco de afecto y de comprensión para un vacío que la maldita guita no puede curar. Por el otro -lo que descubrí un rato más tarde-, a una cuadra apenas, a un hombre y una mujer (no sé si sus padres o quiénes) fabricantes de la maldad más horrorosa, la más injusta que se pueda cometer: la explotación de un niño.
    Y lo que es peor, esto es un crimen penado por ley, y además, por tratados internacionales con jerarquía constitucional, que tienen la misma validez que la Constitución misma y pueden aplicarse y hacerse aplicar en las mismas condiciones que lo hacen los organismos supraestatales.
    Y lo que es aun más grave: ¿dónde encuentra la protección del niño cuando él no puede por sí mismo ejercer y hacer respetar sus derechos, ya sea porque no los conoce o porque le resulta imposible el acceso a ellos? ¿Es necesario montar un operativo tan grande que derive en un costo ostentoso y desplegamiento jamás visto antes, desestructurando así la fuerza policial, para impedir que quienes comercian con la inocencia de estos chicos deambulantes continúen beneficiándose también con la impunidad?
    Sólo una de las más crueles formas de sometimiento, sólo una de entre las numerosas veces que esto sucede. Pero "veámoslo un poco con tus ojos", que está a la vista de todos.


Canción del título: Todo un palo, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

lunes, 2 de marzo de 2009

De exámenes universitarios

   El viernes me presenté a rendir nomás, con todas las ganas de no haber llegado nunca... (Suele pasarme). Pero ya me había quedado hasta las 4 de la mañana, bajo el lema "lee, lee que algo quedará", y había tomado el tan siempre impuntual 138 que me dejó a una cuadra de la facultad como para huir despavoridamente en un acto de inaudita cobardía con tintes de ridiculez extrema.

   Muchas veces lo pensé: creo que los profesores disfrutan, algunos sino hasta gozan (al menos en mi facultad) de apreciar a sus presas preferidas en los estivales turnos libres versión oral: estudiante x que pasó de los suaves 30 a los rozantes e inquietantes 40ºC, probando todos los traslados y/o cambios de velocidades del ventilador (o en su caso, aire, subrayo, envidiado sea) posibles para descubrir a través de cuál se volaba más rápido la pila de fotocopias que recién terminaba de acomodar. Ese mismo que probó cócteles de mate, café, tereré y cuanto asegure mantenernos despiertos desde que se mentalizó "empiezo despacito con la lectura" hasta llegar a ser uno de esos "tipos que no duermen por la noche" cuando confirmó que siempre nos van a faltar 2 días largos para tener todos los temas a punto.
    Estás frito, Angelito. Llega el llamado tan ansiado como letal (imagínense música en lenta progresión de Psicosis), bien alto, para que todo el mundo sepa de quién se trata: el nuestro es el próximo turno. Ya vimos cómo uno a uno nuestros amigos, conocidos y otros por conocer en el grupo de apoyo psicológico pre-examen fueron mareados de acá para allá, efectos de todas las energy drink consumidas la noche anterior y de la incogruencia de los docentes al hablar uno sobre el otro. Nos conocemos cada cambio de expresión en el rostro de cada profesor, directamente proporcional a la magnitud del bolazo o error.
    No sabemos cuánto tiempo puede pasar hasta que diga "mucho gusto, suficiente", firme la libreta y nos la entregue en las manos o el desolador "nos vemos en el próximo turno" y la deje por ahí con desdén, pero la idea de sentarse ante el tribunal nos llega desde que estudiamos por enésima vez los 3 resúmenes que encontramos sobre ese tema imposible que ¡entra seguro!, y se hace realidad en los momentos menos oportunos, hasta cuando está dicho y hecho que seguro el examen va a ser escrito.
    Pero vamos, que "la que-te-jedi prepara el festín" y luego de la susodicha experiencia, viene tiempo para recuperar aire y resucitar de entre los muertos... Pero... "¿otra vez vos por acá?".

domingo, 22 de febrero de 2009

Deepest Purple (+ bonus track)

    Hacía mucho tiempo que no dejaba fluir los dedos en el teclado para compartir algún soliloquio impensado ansioso por ser liberado. Es que, gracias a Carim y Alejandro, comencé a arrugar y marcar nuevamente con mis clásicos rayones las hojas de libros, apuntes, Constitución, porque se viene recargado este año, y yo, el último fin de semana previo al viernes de rendición final me fui en el auto de papá (y con papá, también porque aun no tengo el carné) a Buenos Aires a ver a Deep Purple. Cambié y vuelvo a cambiar las vacaciones por los vejetes.
    La lluvia echaba sus últimas gotas el viernes al caer la tarde, y la escasa fila que lo bordeaba hacía parecer que no se completaría el estadio Luna Park, donde Arjona dio 30 presentaciones (al lado tengo a mi mamá para recordarme ese gran hito en la historia de la música). La banda soporte de estilo purplesco La Carga -la misma que precedió a la banda el año pasado-, y la gente se repartía en los diferentes sectores del estadio, fueron el memorable preludio de una noche no imaginada para mí, aunque sí quizás para las dos generaciones que se dieron cita ese día y el 22: una entre 40 y 55 años aproximadamente, y la otra, hijos de estos hombres o aquéllos que crecieron (y crecimos) junto a las descargas de Internet.
    Black night. Eran las 21.05, apenas 5 minutos pasados de la hora fijada para el inicio del recital, y los británicos estaban desplegados sobre el escenario con sus característicos sencillos atuendos, y sus respectivos instrumentos. Highway star empezó a sonar y Deep Purple aceleró sin frenos.
    Muy bien elegida la lista de temas, fue progresiva, y el acertado orden permitió relucir los temas clásicos con los de su último disco Rapture of the deep. Aunque mi esencia inconformista se quedó con las ganas de Lazy.
     La marcha no se detenía, no se detuvo en ninguna ocasión. Buen sonido, sólo en un momento de la noche bajó un poco, pero Morse se encargó de regularlo por su cuenta. Demostraron que siguen teniendo vigencia (para quienes pedían a gritos a Almafuerte en el Cosquín rock y los descarados de la revista Rolling Stone), ya que son grandes músicos cada uno por sí mismo, sin necesidad de hacer alardes de sus condiciones. Además, hubo instrumentales a cargo del guitarrista Steve Morse, destacándose con sus deslumbrantes e infinitos solos, y el inspiradísimo tecladista Don Airey, quien se animó a tocar un fragmento del tango La Cumparcita enlazado a la banda sonora de la película Star Wars, interrumpidos parcialmente por los aplausos de algunos molestos ansiosos que no saben que el aplauso es una forma de agradecimiento final impidieron el goce total.
     La iluminación estuvo a tono de la presentación, variando el juego entre las infaltables luces violetas, y otras blancas que prácticamente enceguecían al tímido pogo de alrededor de 3.000 convocantes, emulando a un saltarín Ian Gillan con los brazos al frente, cual zombi, pero moviendo las manos hacia arriba y abajo a un son metálico.
     ¿Los mejores? En mi opinión, creo que estuvieron entre los ya viejos conocidos Into the fire, Strange kind of woman, Perfect Strangers y la baladísima Sometimes i feel like screaming, los nuevitos Wrong man y Junkyard blues, y el dueño del riff más famoso de la historia del rock: Smoke on the water.

 I remember the name of metal!


Impecable solo previo de Steve Morse, antelación de Sometimes I feel like screaming
   Y sobre el final, luego de los interminables halagos al público argentino, como bis desenfundaron unas exquisitas versiones de Hush y Black night, para saciar al setentero que llevamos dentro. Aunque de no ser por la duración, que fue de poco menos de 2 horas, podría haber sido para el empacho.



Black night is a long way from home,
(la noche negra es un largo camino desde casa)
Black night, Deep Purple.

lunes, 2 de febrero de 2009

Besos por celular... y ahora también, por Facebook

   ¿Libro de cara? "De qué estás hablando, Willis?" Es una especie de gente que busca gente (si Franco Bagnato nos presta el nombre de su programa y nos permite la analogía), pero virtual. Con sólo teclear el nombre y apellido de la persona que buscamos, lo encuentra al instante (si está registrado, los milagros no existen). ¡Hágalo ud. mismo!
   Sin embargo, también puede definirse como un fotolog más restringido, donde el creador tiene que confirmar a quienes serán sus futuros amigos para que ellos puedan tener acceso tanto a sus fotos como a su perfil y a su muro, el lugar sagrado donde los visitantes dejarán su huella "muro a muro". Pero hay que tener cuidado de que el incremento de amigos sea de tal magnitud que pasemos a tener fans, estos intimiden a nuestro ego y se nos caiga la vanidad por un rato. No es broma, esto existe: hace unas semanas el intendente de la ciudad, ing. Miguel Ángel Lifschitz, fue víctima de esa experiencia y... vivió para contarlo... y para pedir que le restauraran la categoría original, así podía seguir teniendo amigos nuevamente para felicidad y tranquilidad de todos (léase conservación de su impecable sonrisa siempre lista para la foto, claro).
   Ahora vamos a lo realmente importante (remarcado en negrita, sí). No se ofendan, bookers (anotar denominación de nueva tribu), no los traté de floggers... si el Facebook nos ofrece una gran variedad de herramientas, como las que detallo a continuación.
   Me pueden cumplir el sueño de tener la mascotita virtual que nunca tuve, y para que no se aburra la llevamos de visita con las mascotas de nuestros amigos.
   También ahora es posible mandarle el abrazo a esa persona que nunca nos animamos ¡y con la que nunca hablamos personalmente! ¡O hasta secuestrarla!
   ¿Y quién dijo que no podemos probar nuestros conocimientos acerca de música, con sólo responder preguntas sobre los nombres de los integrantes de los Beatles ya seremos una biblioteca musical. ¡Sorprendente!
   ¿Qué tal si nos hacemos fans de la pizza o del emoticon ¬¬ ? No, mejor creamos un grupo: "Amo que en invierno haga calor y en verano esté fresquito" (para mayor información sobre cuestiones climatológicas, recurrir a Maldición, va a ser un día hermoso, en este blog) y hasta ellos mismos reconozcan que es sólo por diversión, sin demasiado sentido.
   Pero no podemos dejar de advertirle lo siguiente: ud. no ha explotado el libro de cara al máximo sino hasta que no hace un uso asiduo del mensaje de estado. Mediante el mismo uno puede informarse de lo que estaban haciendo sus amigos la última vez que actualizaron su Facebook y no dejará de tentarse con la mayor cantidad de pavadas que alguna vez haya leído, es incluso más volátil que el mensaje que se deja en el msn.
   Dedicado a los que protagonizan algún que otro episodio de nostalgia, preguntándose por qué dejaron de ver a tanta gente y ahora quieren encontrarla por distintas razones, en vistas de declararle su amor, ahora que ya no somos chiquilines... ¡y cuánto hemos cambiado!, o para reclamar algún libro o disco cuya desaparición siempre se la habíamos atribuido a los duendes que merodean la casa. ¿Entonces qué está esperando? A memorizar todos los conceptos nuevos, por favor, y no perderse por las vías de la comunicación que la que suscribe este blog ya está haciendo incursiones en este nuevo chiche de la tecnología.

"... que ayer no es hoy, que hoy es hoy,
y que no soy actor de lo que fui".
Spaghetti del rock, Divididos.


Nota de la autora: por cuestiones que quizás luego se explayen en este blog, la autora ha renunciado a su cuenta de Facebook. Abandonando este estilo discursivo en tercera persona riquelmístico, saluda atentamente hasta otra próxima entrada.