lunes, 29 de diciembre de 2008

Hicimos temblar La Plata

    Repitiendo el fenómeno acontecido en diciembre de 2005, cuando el Indio Solari se presentó por primera vez junto a Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado en el Estadio Único, nuestros movimientos -esta vez, los míos también- quedaron registrados en el sismógrafo que posee el Observatorio de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). 
    Tal como se informó al diario Hoy de La Plata desde la Estación Sismológica del susodicho Observatorio, se registraron "vibraciones de origen artificial durante las noches del 20 y 21 de diciembre. El 20 de diciembre, luego de las 22.22 se observó una señal fuerte y prolongada por alrededor de un minuto y pocas vibraciones más en esa hora; mientras que el 21 de diciembre, segundos antes de las 22.06 hasta pasadas las 00.18, se observaron numerosas vibraciones, y hubo señales similares y repetidas segundos antes de las 23.13 hasta las 23.18". 
    Nuevamente, el cemento sucumbió ante el hechizo de la voz de Patricio Rey, conmovido por la reunión de cerca de 100.000 redonditos de ricota fundamentalizados.

jueves, 25 de diciembre de 2008

El Indio Solari (y Claris) en La Plata

   Damas y caballeros: con uds., los Fundamentalistas...”.
   No, no, ¡perdón! Con uds., ahora así, después de algunos berrinches informaáticos y mediante computadora prestada, la crónica del último bondi a La Plata.
   Ladren lo que ladren los demás. Algunos dicen que soy fanática. Pero a mí no me gustan los extremos, a mí me gusta la música, y hay música que me conmueve y que amo.
   Porque un sentimiento muy poderoso puede atraer y movilizar a tantos lunáticos viajantes dispuestos a seguirlo a donde vaya, sin importar inclemencias del clima o cuán lejos sería el próximo destino. El Indio elige el lugar, dejaba ver la inscripción en una bandera.

   2860 aproximadamente, la cantidad de kilómetros recorridos en total desde que la indiada invadió Jesús María, descontado mi faltazo a Tandil casi 3 meses después, y haciendo escala en la ciudad de La Punta, en San Luis para arribar finalmente a la histórica cumbre "redonda", donde muchos se pierden, pero una vez se encontraron los creadores de la banda que sigue protagonizando los momentos agradables, y no tanto de nuestras vidas.
   El viernes 19, mientras el mal tiempo amenazaba el cierre de la gira, venían a mi mente cada uno de esos trips y fiestas únicas e irrepetibles. ¿Cómo olvidar y no quedarse boquiabierto de la emoción al ver la plaza colmada en la ciudad cordobesa? Y la insospechada San Luis, en el mismísimo medio de la nada, literalmente hablando.
   Los equipos de música en las calles de La Plata, al son de las bandas y la murga de las mamás Porco, los vecinos hospitalarios, quienes nos invitaron a reposar al reparo del calor en las veredas de sus casas bajo algún techo o árbol, la señora que atendía nuestro incesante y desolador pedido de agua cada 15 minutos, los choris de los chicos... ¡¡¡el sol cocina lento y ellos caminaron una hora en busca del tan necesario pan, es que tampoco había ni ketchup ni nada (nada de alcohol)!!!
   Todo, para que fuera a parar directo a las retinas. Tan grata y encantadora fue la recepción que quedaron tirados en la ruta del ingreso a Buenos Aires los nervios del mal augurio de la rotura con posterior cambio de colectivo de la empresa disquera Locuras, previa intervención del sr. Soborno a unos cuantos uniformados que miraban acechantes del otro lado de las ventanillas.
   Anaeróbicos llegamos, hambrientos de música, también y de choris, claro.
   Esta vez pareció más largo el día, quizá porque era el último encuentro y queríamos disfrutarlo como tal, porque nos había anunciado el propio Indio que el año que viene cambiará estadio por estudio para grabar su nuevo material, aunque él mismo no descarte hacer un recital pendiente en Salta en septiembre de 2009, al que se refirió en una nota a la página web Redonditos de Abajo.
  Impresionante se ve... Fue realmente impactante haber tenido la posibilidad de apreciar desde la platea -la aspirante a abogada esquivó los reglamentos- el frenesí que emanaba y se contagiaba en una ola expansiva como arrastrado por la brisa que amenizaba los no-sé-cuántos-pero-muchos-ºC de ese día.
   No fue sino hasta las 22.20 (quizá más tarde, a lo que menos atendía en aquel momento era al reloj) que terminaron de ingresar algunos desprevenidos. En ese entonces, las luces se apagaron y los ritmos árabes presentaron a El Indio Solari y los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. La estrambólica camisa naranja había regresado, esta vez con puerquitos estampados, a tono del anfitrión Porco Rex.



   El Indio, si bien tuvo un regular comienzo, y se lo notó disgustado por el sonido, reservó todas las emociones para más adelante cuando anunció que quería "mover el culito" y "saltar un poquito". Por otro lado, se encargó de tranquilizar el insistente cántico que implora la vuelta de los Redondos, cuando lapidó diciendo "será una partida difícil" y disparó con el tema Tatuaje.
   La invitada especial Deborah Dixon y su acompañante, brillaron en los coros, como la estampa plateada de su musculosa.
   La batería fue pura potencia de las manos de Martín Carrizo y lo demostró en una impecable ¿Por qué será que no me quiere dios?
   De Calamaro, ya lo presentía: no me gustó sobre todo porque trató de acaparar el centro de la atención en reiteradas ocasiones con sus movimientos ridículos, incluso hizo su propia interpretación de Esa estrella era mi lujo -tema de los Redonditos, que cantó a dúo con El Indio-, estirando las palabras porque claro quedó que la canción no es adecuada para su voz ronca. El resultado: terminó siendo silbado por una multitud, sin merecerlo porque no deja de ser un invitado del Indio. Además, no puedo negar que no se me escapó una lágrima en este, uno de los temas que más sentimientos me movilizan, donde la potente guitarra eléctrica endulzada por una criolla, mientras el saxo aparece para terminar de acomodar la atmósfera de la situación y el bajo corona el momento que se luce por sí solo.
   Algo que sí me molesta y es importante destacar es que siguen arrojando objetos sobre el escenario. Es una falta de respeto, por más que no compartan la actitud de Comotto, quien a veces hace alarde de sus condiciones como guitarrista, el pantalón flogger de otro músico o el peinado de Solari (¿?). Parecerá chiste, pero hasta el mismo Indio ha sido blanco de los "tiro y me creo un vivo bárbaro" durante toda la gira.
   En fin, me gustó mucho el show, aunque ya iba adivinando el orden de los temas y en el final se tornó más previsible. Repitió, como hizo en los recitales anteriores el comienzo con Pedía siempre temas en la radio y Ramas desnudas, de los Redondos tocaron temas que ya habían hecho, y volvieron a hacer los mismos de El tesoro... que en San Luis: El tesoro de los inocentes, Pabellón séptimo y To beef or not to beef.
   He leído por ahí que se equivocó en haber tocado ocho temas seguidos de su etapa "fundamentalista", pero a mi no me pareció. Es más, había momentos en que se escuchaba más a la gente cantando que al Indio, y cuando se quedaba callado, la gente seguía igual.
   El pogo de Me matan Limón, con todas las cabecitas iluminadas saltando, el haber coreado Preso en mi ciudad, emulando aquél River de abril del 2000 con los Redondos, Ji ji ji cuando encendían las luces, y el final con los fuegos artificiales reflejaron la euforia de la noche vivida, inolvidable -como el precio del agua que aumentaba a medida que transcurrían las horas, de $8 a $10-, cuyo fulgor no se opacó en ningún momento y donde se confirmó para mucos que él es sus sueños, y él no se duerme.

Metió, metió mi rocanrol...
bajo este pul-so


Fotografías tomadas del sitio web de la Revista Rolling Stone:
http://www.rollingstone.com.ar/1083078-el-indio-solari-hizo-estallar-a-la-plata

domingo, 14 de diciembre de 2008

Una estrella fugaz, una noche de diciembre, y la lluvia

   Se fue el último recital de la gira La Marca de Caín, tras una serie de presentaciones que lo llevó a bordo de "ese tren sin freno" a recorrer el país, el cual ya lo había depositado en Rosario en dos oportunidades en el mes de marzo.
   El traslado de la fecha (se pasó del 6 al 13 de diciembre), su proximidad con los recitales del Indio Solari (el sábado 20 y domingo 21 en La Plata), y las fiestas navideñas me hicieron pensar que no habría tanto público, pero inversamente desde temprano en la noche, con la lluvia de portal los seguidores de Skay y la diosa Kali poblaban la planta baja y el primer piso de Willie Dixon al son de los cánticos habituales y el insistente "sólo te pido que se vuelvan a juntar".
   El lugar, ideal, se podía circular con tranqulidad en búsqueda de lo que se prestaba para la noche húmeda, una cerveza bien fría y unos cuantos rocanroles, lazo de dos generaciones.
   Cerca de las doce de la noche, aparecieron los copilotos para dar paso luego al excelso guitarrista con reminisencias a aquella época en la cual el hippismo empezaba a florecer, y hace eco de ello, portando la clásica vincha, lentes y a través de sus movimientos.
   La atmósfera muy íntima permitía apreciar que las caricias a su bella y esbelta doncella colorada no descollan sino por el placer que surge innato de su espíritu, de donde se escapan los rastros de su voz, porque es un músico que innova, y muestra de ello son las reversiones de sus propios temas.
   Si bien incumplió la promesa de adelantar alguna de las canciones que formarán parte de su disco, a la luz a mediados del año venidero según sus propias palabras, debo decir que quedé muy satisfecha al escuchar El síndrome del trapecista, que me lo debía de la vez pasada, unas aceleradas Bye bye -cuyo riff inicial me llevó a una anticipación equivocada creyendo que el tema que comenzaba era Estás frito Angelito- y Astrolabio, las cuales sorprendieron a más de uno, y unas reinventadas melodías provenientes de otra galaxia, como las que se oyeron en el clásico redondo Nueva Roma o Gengis Khan. Sí, el Flaco será un hippie de nacimiento, pero no le esquiva a la tecnología si es para aportarle más brillo a sus creaciones.
   También le doy gracias infinitamente a Skay por no caer en la predictibilidad del Indio, y haber dejado entonces a Ji ji ji no para el final, sino intercalado entre otros temas durante el transcurso del recital.
   Seguimos girando... sin lugar para los débiles, los siguientes días serán recordados como el interín hasta el show del Pelado. A preparar los bolsos porque las aguas ya no están serenas y Porco Rex nos espera en su última parada en La Plata.

domingo, 7 de diciembre de 2008

Sucia y desprolija

  La peatonal Córdoba -recientemente reparada por vez no-me-acuerdo-ya-perdí-la-cuenta-, bajando por el Monumento a la Bandera, y siguiendo la avenida Belgrano hasta completar el paseo de la Costa para terminar el paseo encandilándose en los shoppings, son la fachada en la que traslucen su entusiasmo turistas y visitantes que llegan a la ciudad.
"Otra vez, esa sandía, echándole la culpa al empedrado..." Sin embargo, existe una parte de Rosario que muchos no incluyen en su intinerario, y no me refiero sólo a los foráneos: los barrios alejados del centro, cuyas debilidades quedaron desbordadas semanas atrás cuando la implacable tormenta dejó sin electricidad a una gran cantidad de familias por más de un día y con todo lo que eso implica en estos días de incipientes altas temperaturas, son los principales protagonistas, y a la vez los excluidos en esta coyuntura.
   Veredas rotas adornadas con basura por doquier, calles que se inundan ante el menor chaparrón, servicios interrumpidos, incluso cuando están siendo abonados, falta de infraestructura escencial y van... Por eso, políticos dignos de representar la elección que los ha llevado a las Cámaras, a la hora de armar el presupuesto es importante discernir cuáles son las prioridades de aquello que puede esperar, y en lugar de pasarse el problema cual si fuera una pelota, marquen, defiendan y ataquen en equipo para llegar a la solución adecuadamente.
   No obstante, hay una parte de la responsabilidad que nos cabe a nosotros, los habitantes y ciudadanos, estos hábitos son válidos para todas los lugares del país... y más allá...
  • Si tiene un papel, envoltorio, lata y/o elemento extraño a la vereda, y se siente tentado de arrojarlo, manténgalo en sus manos unos instantes hasta que divise el cesto de basura más próximo, aunque esto pueda llevarle bastante tiempo y es probable que llegue a su destino antes de encontrarlo.
  • Dado que la EPE, Aguas, y los servicios básicos están gobernados por una secta de burócratas ineptos que no realizan las inversiones pertinentes, busquemos algunos consejos para ahorrar energía o agua y evitar sobrecargas o cortes, como apagar las luces, televisor... ¡¡¡fundamentalistas del aire acondicionado a 15ºC!!! Asimismo hay que recordar cerrar las canillas cuando no se precisen, ya que imagínese si todos recibiéramos baños de inmersión durante una hora 2 veces por día. 
  • Saque la basura antes del horario que pasan los recolectores, y por favor, recuerde que los contenedores para la construcción no son depósitos de muebles, ni los containers (ahora que todos dominamos el spanglish mejor que nuestro idioma, no quiero quedar al margen, ¿vio?) tachos de basura. También recuerde que ud. sigue siendo responsable del perrito que gentilmente habita en su casa hasta cuando hace las necesidades y descargas fuera.
   Es un trabajo duro, pero alguien tiene que hacerlo... y no me escriban que esto jamás lo han leído.

"Son muchos pensamientos para una sola cosa, estoy algo cansado de vivir en realidad;
no cambia nada estar un poco sucio.
Si mi cabeza es eficaz".
Sucio y desprolijo, Pappo.

Canción incluida en el segundo párrafo: Tsunami, Indio Solari. 

lunes, 24 de noviembre de 2008

El Lobo Estepario

   Hay bastantes personas de índole parecida a como era Harry; muchos artistas principalmente pertenecen a esta especie. Estos hombres tienen todos dentro de sí dos almas, dos naturalezas; en ellos existe lo divino y lo demoníaco, la sangre materna y la paterna, la capacidad de ventura y la capacidad de sufrimiento, tan hostiles y confusos lo uno junto y dentro de lo otro, como estaban en Harry el lobo y el hombre. Y estas personas, cuya existencia es muy agitada, viven a veces en sus raros momentos de felicidad algo tan fuerte y tan indeciblemente hermoso, la espuma de la dicha momentánea salta con frecuencia tan alta y deslumbrante por encima del mar del sufrimiento, que este breve relámpago de ventura alcanza y encanta radiante a otras personas. Así se producen, como preciosa y fugitiva espuma de felicidad sobre el mar de sufrimiento, todas aquellas obras de arte, en las cuales un solo hombre atormentado se eleva por un momento tan alto sobre su propio destino, que su dicha luce como una estrella, y a todos aquellos que la ven, les parece algo eterno y como su propio sueño de felicidad.

    El hombre no posee muy desarrollada la capacidad de pensar, y hasta el más espiritual y cultivado mira al mundo y a sí propio siempre a través del lente de fórmulas muy ingenuas, simplificadoras y engañosas - ¡especialmente a sí propio!-. Pues, a lo que parece, es una necesidad innata fatal en todos los hombres representarse cada uno su yo como una unidad. Y aunque esta quimera sufra con frecuencia algún grave contratiempo y alguna sacudida, vuelve siempre a curar y surgir lozana. El juez, sentado frente al asesino y mirándolo a los ojos, que oye hablar todo un rato al criminal con su propia voz (la del juez) y encuentra además en su propio interior todos los matices y capacidades y posibilidades del otro, vuelve ya al momento siguiente a su propia identidad, a ser juez, se cobija de nuevo rápidamente en la funda de su yo imaginario, cumple con su deber y condena a muerte al asesino. Y si alguna vez en las almas humanas organizadas delicadamente y de especiales condiciones de talento surge el presentimiento de su diversidad, si ellas, como todos los genios, rompen el mito de la unidad de la persona y se consideran como polipartitas, como un haz de muchos yos, entonces, con sólo que lleguen a expresar esto, las encierra inmediatamente la mayoría, llama en auxilio a la ciencia, comprueba esquizofrenia y protege al mundo de que de la boca de estos desgraciados tenga que oír un eco de la verdad. Pero ¿a qué perder aquí palabras, a qué expresar cosas cuyo conocimiento se sobreentiende para todo el que piense, pero que no es costumbre expresarlas? Cuando, por consiguiente, un hombre se adelanta a extender a una duplicidad la unidad imaginada del yo, resulta ya casi un genio, al menos en todo caso una excepción rara e interesante. Pero en realidad ningún yo, ni siquiera el más ingenuo, es una unidad, sino un mundo altamente multiforme, un pequeño cielo de estrellas, un caos de formas, de gradaciones y de estados, de herencias y de posibilidades. Que cada uno individualmente se afane por tomar a este caos por una unidad y hable de su yo como si fuera un fenómeno simple, sólidamente conformado y delimitado claramente: esta ilusión natural a todo hombre (aun al más elevado) parece ser una necesidad, una exigencia de la vida, lo mismo que el respirar y el comer. La ilusión descansa en una sencilla traslación. Como cuerpo, cada hombre es uno; como alma, jamás. También en poesía, hasta en la más refinada, se viene operando siempre desde tiempo inmemorial con personajes aparentemente completos, aparentemente de unidad. En la poesía que hasta ahora se conoce, los especialistas, los competentes, prefieren el drama, y con razón, pues ofrece (u ofrecería) la posibilidad máxima de representar al yo como una multiplicidad -si a esto no lo contradijera la grosera apariencia de que cada personaje aislado del drama ha de antojársenos una unidad, ya que está metido dentro de un cuerpo solo, unitario y cerrado.

    En lugar de estrechar tu mundo, de simplificar tu alma, tendrás que acoger cada vez más mundo, tendrás que acoger a la postre al mundo entero en tu alma dolorosamente ensanchada, para llegar acaso algún día al fin, al descanso. Por este camino marcharon Buda y todos los grandes hombres, unos a sabiendas, otros inconscientemente, mientras la aventura les salía bien. Nacimiento significa desunión del todo, significa limitación, penosa reencarnación. Vuelta al todo, anulación de la dolorosa individualidad quiere decir: haber ensanchado tanto el alma que pueda volver a comprender nuevamente al todo.

Herman Hesse