domingo, 2 de noviembre de 2008

R.E.M en Buenos Aires

Empezamos de menor a mayor, a las 17 hs. (cuatro de la tarde, presi, cuatro de la tarde...) del sábado, haciendo el ingreso al Club Ciudad de Buenos Aires junto a representantes de todas las modas existentes, si bien diferentes, todas respetando el look "elegante sport" con la vincha-corbata acorde a la consigna del Personal Fest, y lo más importante, dispuestos a convivir sin problemas. La moda: otro capítulo interesante de aquello que nos rodea para analizar en este blog, pero eso no será parte sino de otra próxima publicación.
   En la visita al escenario cubierto, me encontré con una muy-muy-muy chic Deborah del Corral. Mucha moda, pero poca onda sobre el escenario, y se mostró dura para tocar la guitarra.
   Al salir a tomar un poco de aire debido al calor que hacía, y sobre todo, un necesario respiro para los oídos, llegué al escenario principal, donde se preparaba para tocar nada más ni nada menos que ¡¡¡Leo García!!!. Sí, el mismo de "¿Sabrá tu novia que escuchamos Morrisey?...", esa canción se me iba a quedar pegada, yo lo sabía. De su música, no puedo hablar porque las letras no me transmiten sensación alguna, pero destaco su fuerza de voluntad y esfuerzo para provocar alguna reacción en algunos de los individuos que se acercaron al escenario... hasta tuvo que hacer un tema de Cerati. Sí, con "ohhh" incluido.
   Fue entonces cuando me dispuse a tomar asiento en un cordón del Club Ciudad de Buenos Aires, mientras veía pasar a individuos representantes de cada una de las modas existentes: todo un espectáculo, cuando camuflados por los sonidos de García (Leo, valga la aclaración) sonaba un reggae que invitaba a seguirlo en un escenario más alejado, al aire libre, y entre los árboles. Fue el último tema, pero se disfrutó, buena banda y sin los estereotipos comunes a las de su género, lo que me pareció original.
   Emanuel Horvilleur se despedía del escenario principal, al tiempo que aguardábamos la llegada de The Mars Volta en el que estaba enfrente, más pequeño y con menor sonido. Me sorprendió gratamente esta banda, que suena a Led Zeppelin, pero se trata de un rock más progresivo y de variedad instrumental. El cantante me recuerda mucho a Robert Plant por su voz, además de por sus rulos largos, aunque éste se muestra más inquieto y hambriento de los tubos de iluminación del escenario. Muy bien acompañado por el guitarrista, quien debe tener mucha influencia del gran rey Jimi Hendrix, daba la impresión cuando tocaba de que iban a estallar las cuerdas; el baterista, también emanaba pura energía de sus palillos.
   Hasta ahí ya habíamos zafado la entrada: no me arrepiento para nada de haber ido un rato antes, ni pasar una tarde agotadora de calor, junto a algunos extraños personajes con tacos y carteras salidas de los boliches más "taaap" de Buenos Aires, Horvilleur, García -Leo, aclaro nuevamente por las dudas, ¿vio?- porque tuve la posibilidad de ver a Cerati corriendo, huyendo de las cámaras que lo perseguían... Eso es un chiste, claro, ahora llegaba la hora de la verdad...
   Muy puntual, tal como se venían desarrollando todos los recitales -o al menos los que presencié- y con una puesta en escena increíble, delante de imágenes en video sincronizadas y editadas en el mismo momento del recital, apareció la banda que aunque escucho frecuentemente, recién un par de semanas antes me decidí enteramente de ir a ver, y por lo cual volvería a pagar nuevamente: R.E.M.
   "Los años pasan, nos vamos poniendo tecnos". Hace poco más de 30 años que se integró la formación norteamericana, y la voz del "simpático líder" -como describía el "tan conocedor" sobre asuntos de la música Bebe Contepomi al cantante- Michael Stipe permanece intacta, así como sus movimientos, al ritmo de la guitarra, y bajo que completan este grupo, y se encargó de traernos un rock más acelerado, haciendo valer el título del nuevo material que presentaron: Accelerate, con el cual regresaron al país desde 2001.
   No puedo dejar de referirme a las críticas destinadas a Bush en más de una canción, las cuales sumadas a las propias palabras de Stipe y la proyección de material audiovisual se convirtieron en sostén para las arengas excesivas al candidato presidencial Barack Obama, que para mi disgusto en muchas ocasiones condujeron a la politización del recital. Sin embargo, el mismo estuvo repleto de momentos que me confortarán al rememorarlos, como el pasito de baile contra la pantalla, el smosh de Michael, el clásico "oh, oh, oh, oh, oh" intercalado por el "ole, ole, ole, ole... Miguel, Miguel" (solamente faltó el personaje de Capusotto con su "Cañoncito ooo ooo"), las emociones encontradas en To the one I love la rondita de Let me in y los clásicos Everybody hurts y Losing my religion, todo produjo una respuesta en el público muy bien captada por la banda, que demostró que sabe decir más que el "Muchas gracias" tan repetitivo y cansador de los Kaiser Chiefs -otra banda que tocó en la misma fecha- cuando devolvieron el cariño de la gente en español y con un mensaje que se vio en la pantalla gigante de "Aguante, Argentina" antes de los últimos 3 temas del show. Un recital que será inolvidable, superó notablemente mis expectativas (y eso que esperaba demasiado de esta banda), y puedo afirmar que vi a uno de los mejores grupos de la historia del rock al que doy gracias que continúe innovando para deslumbrar en los escenarios de todo el mundo, pero sobre todo de acá, eh...

"... and i feel fine!"

lunes, 13 de octubre de 2008

Aún hoy están abiertas las venas de América Latina

    Hoy es feriado, por ayer. Muchos lo "celebran", yo en cambio, lo considero como el primer genocidio de este lado de la América.
    En busca de los metales preciosos se embarcaron Colón & cia. Toda una empresa, eh, dedicada a completar la fase de acumulación originaria del capital iniciada en el continente europeo al disolverse la estructura feudal de la economía, emprendiendo la desacumulación.
    Allí era necesario desalojar a los campesinos de sus tierras para llevar adelante la esclavización de los obreros, todo ello mediante el sometimiento a una legislación grotescamente terrorista, que castigaba con azotes, encadenamientos, incluso la pena de muerte a quienes se negasen a cumplirla.
    Aquí también se expropió sistemáticamente a los aborígenes de su propiedad social, colectiva. Y también intervino la siempre y tan buenaventurada ley. Se creó un falso contrato social entre poseedores de mercancía capital, y otros, de mercancía trabajo, algunos de los cuales se convirtieron en capitalistas. A su vez, a la tierra se le asignó un "precio suficiente" artificial, el cual sería tan alto que jamás podía ser alcanzado por un trabajador para poder adquirirla.
    Ahora, ¿de qué sirvieron los tesoros extraídos de las tierras americanas? Pues bien, fueron destinados a financiar los créditos solicitados por la corona española, cuya nobleza parasitaria no hacía sino vivir (y morir) sobre los restos del despilfarro en vastos latifundios estériles, que ellas mismas provocaban. Mientras, la otra parte de las riquezas expropiadas se extenuaron en la Contrarreforma católica, y la Inquisición, guerras iniciadas contra el protestantismo. Sí, la religión, siempre la religión.
    Fruto de ello, se llevaban la plata y las materias primas de América, que eran manufacturadas y luego sería vendida por la industria europea en expansión, beneficiada por concesiones, exenciones impositivas, como el caso de Inglaterra.
    No podemos hablar de razas cuando todas las personas pertenecemos a la misma especie humana, me parece que esa distinción es absurda. Contribuye a dividir, que es a lo que se ha dedicado parte de la humanidad en sus intenciones de conocer y catalogar todo lo que existe.

"Si la historia la escriben los que ganan,
eso quiere decir que hay otra historia.
La verdadera historia,
quien quiere oír, que oiga".
Quien quiere oír, que oiga, Lito Nebbia.
 
Para esta publicación, he utilizado las siguientes fuentes: Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano, y el tomo sobre la acumulación originaria de El Capital, de Karl Marx, ambas recopiladas en una increíble pieza, que se mantiene muy despierta al paso de la historia.

domingo, 28 de septiembre de 2008

¡A vivir que fueron más de 2 días!

  Cuando comenzó a bosquejarse la idea de la venta de tortas -previa elaboración, claro, y de la cual no me atribuyo su autoría- no imaginaba que podía dibujarse en las entradas y el viaje para el recital en la ciudad de La Punta, San Luis, del Indio Solari.
  Pero cada domingo pasaba, y poco a poco me di cuenta de que “este asunto estaba en nuestras manos, nene, y el camino se acortaba, a medida que las expectativas aumentaban al acercarnos a la fecha y a eso que piden a cambio, que nos parece insignificante al sentir luego lo que realmente vale, y lo que trabajamos para lograrlo.
... Y vas a andar esta ruta, hoy cuando anochezca... y la noche del 26 llegó, con la bandera en nuestras manos hecha no sólo en la misma semana, sino que en 3 tardecitas-noches. La Plaza Libertad de Rosario se copaba, al ritmo de los bombos y los cantos candentes de la murga, se convirtió en el ghetto de los pibes.
  Espera, espera... ¿qué más daba si ya estábamos ahí, si ya sabíamos que en unas horas el Pelado iba a seducir nuevamente nuestros oídos? Hasta que llegaron los colectivos, unas cuantas hs. de viaje, y finalmente, nuestras pisadas en tierra -pero miren que me refiero a tierra en estado puro, eh- puntana. Chin-chones ganados por golazos, choripanes, cervezas y cocas, los aperitivos que nos entretuvieron durante la impaciente espera-espera de un asado que parecía que no llegaba más a causa del chofer desorientado que lo transportaba.
   A la tarde, tras una caminata por el famoso camping, hicimos la entrada al estadio junto a los eternos viajantes y las
sedas de sedas luciéndose a cuestas de nuestros cuerpos agitados.
   Presos de tu ilusión vamos a bailar, a bailar, bailar. Pasadas las 21.15, a continuación del repetido dos veces discurso de un sr. que nos aconsejaba ubicarnos en la tribuna frente al escenario, a lo que hicimos caso omiso, se oyó la clásica presentación oficial a cargo de la inconfundible voz del Indio y su Holaaaaa, como extraída de algún recital de los Redondos.
   Pedía siempre temas en la radio, Ramas desnudas -cada vez me gusta más ese tema- y Martinis y tafiroles fueron los elegidos para abrir la tercera presentación de la gira de Porco Rex. Esta vez, varias fueron las sorpresas en la lista de temas: mi tan anhelada Cruz diablo -con un largo final guitarrístico de Comotto desentonado o tal vez muy compenetrado, desde mi punto de vista-, Fusilados por la cruz roja, fue genial 'Nadie es perfecto', enganchada con Ñam fri frufi fali fru (todos estos de Patricio Rey), y el cambio de Nike es la cultura por El tesoro de los inocentes (ambos del primer disco de Solari con Los Fundamentalistas), el cual también ansiaba escuchar, con la piel de gallina, sí. No faltaron Un ángel para tu soledad, dedicada a todos los redonditos/fundamentalistas y la clásica Juguetes perdidos en un emotivo juego de bengalas y banderas que hasta el propio Indio dejó de cantar para contemplarlo.
  Por otro lado, se pudo notar a un Pelado alegre, incluso se sacó los anteojos, bromeó acerca de haber estado pensando seriamente en realizarse un peinado emo, y pidió, sin enojarse, que no le arrojaran objetos algunos desenfrenados quienes increíblemente recorrieron muchísimos km. ... algunos más, otros menos... pero ¿para golpearlo?
  Una fiesta maravillosa en un paisaje exultante, para resumir en pocas palabras lo vivido anoche, hasta la lluvia se atrasó para dejarnos vivirla como la merecíamos. Impresionante ver llegar la cantidad gente de regiones remotas, del norte hasta el sur del país, inolvidable la conjunción de los eufóricos saltos y voces en Mariposa Pontiac-Rock del país y Divina TV Führer (
bailando por un culo: Indio dixit) Es más, puedo decir que fue lo mejor que vi en mi vida, mucho mejor que Jesús María. Lástima, la desaparición de llavero, celular y documento de mi lugarteniente, y el mío... ahh, y casi me olvidaba del desubicado con la remera de la banda Pier (burdos imitadores de los Redondos).
   Ahora bien, ya sea vendiendo tortas o ahorrando con trabajito nuevo mediante, cuando el fuego crezca, quiero estar allí nuevamente. La cuenta regresiva comienza: a 84 días de la misa en la ciudad donde los Redondos tocaron por primera vez bajo este nombre, a 84 días de mi primera vez en La Plata, continúo
disfrutando mi enfermedad.

viernes, 19 de septiembre de 2008

El gran concierto en el cielo, o donde sea

   Regresará, no se preocupen, una y otra vez a nuestros vulgares y frágiles cuerpos para internarse en la forma de esas cálidas melodías, atravesando los cobertizos de piel, dando vueltas por las mentes, y luego unirse al cofre de tesoros donde nunca descansarán, sino impacientes los creadores de la música más maravillosa que jamás se haya escrito. 
    Richard Wright, tecladista y fundador de Pink Floyd, quizás fue el miembro más tímido como melancólico de esta banda, lo que no le impidió concebir magníficas composiciones como el grito tan necesario condensado en The great gig in the sky a través del órgano que abre paso a la erupción de Clare Torry. Inolvidables.
   Rick, como lo conoceremos eternamente, desapareció físicamente el martes pasado. Sin embargo, desde cada disco o melodía tarareada con escaso tino, se sumará al gran concierto en el cielo, o donde sea, por ello: "Shine on you (like Syd), crazy diamond". 

"Y no tengo miedo de morir. En cualquier momento, lo haré, yo no me preocupo. ¿Por qué debería tener miedo de morirme? No hay razón para eso. Vos te tenés que ir alguna vez. Yo nunca dije que tenía miedo de morirme".
The great gig in the sky, Pink Floyd.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Porco Rex, capítulo III

    Más vale Indio en mano que Indio volando. Con entrada y pasaje asegurado, nos preparamos como otros tantos lunáticos viajantes que le seguimos pisada al sr. autodenominado Monsieur Sandoz rumbo a las sierras de la ciudad de La Punta en San Luis.
   Porque la ansiedad nos carcome por dentro, porque ya empezó septiembre, y faltan 26 días... ¡¡¡y todavía no hicimos la bandera!!! y entre todos es más fácil hacer que parezca que dura un poco menos la espera, pensando en los temas con los que nos sorprenderá o si se vendrá doble función en La Plata para despedir el año... porque según palabras del propio sr. Solari, "el que abandona no tiene premio".


"¿Cómo no sentirme así?" 
                                            Todo un palo
Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota