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jueves, 10 de agosto de 2017

Estropearseotromediante

Ella supone
que él supone
lo que ella había supuesto
a través de las suposiciones
que ambos claramente habían vaticinado
con un candor definitivamente superpuesto 
así como amplificado por la infrahumana gravedad del silencio.


miércoles, 2 de agosto de 2017

Esta cálida incertidumbre

"Algunas presencias resultan bienhechoras por su sola manera de ocupar el espacio. Por el hecho de estar allí, el espacio dejaba de ser neutro. Yo no sé demasiado bien cómo decirlo. En su presencia y en su proximidad siempre experimenté la sensación de que se formaba una especie de círculo que nos envolvía a los dos en un "interior" compartido, algo así como un abrigo".
Jean Toissant Desanti en Historia de la razón, de François Châtelet

     La dicha comienza a vislumbrarse por todos lados. Las caléndulas vuelven a asomar de una maceta en el balcón. Ahora el sueño de aquella noche se hace retrospectivo: los tiburones blancos, naturalmente, no tienen que depredarle a este estado. Mis cabellos se sacaron el paraguas y beben del agua de lluvia, se acomodan al ritmo de una bicicleta que no esquiva el trueno que Zeus no lanza iracundo. Si aprendí bien, en este último tiempo, es que nada tiene que ver el amor con un vértigo irresoluble que a la vez que nos apelmaza la tierra, nos va pudriendo las raíces. Cuando la incertidumbre se me mete en el pecho, ahora me ofrece su costado más atento, el de una cálida admiración que no deja de sorprenderse, de que vendrá un brote de mil alegrías relevante de los mismos colores o aún mejor. Con una delicadeza que se me acurruca entre los pies y me viene a decir como salido de un día de primavera que nos quedemos retozando un rato más.


lunes, 17 de julio de 2017

Desconcierto

"Comprendí que hay algo en mí que puede expresar cosas que yo no sé ni sospecho,
cosas que vayan dirigidas incluso contra mí". Carl Gustav Jung (1962).

     La vida parece estar haciéndome guiños casi de índole burlesca pero en un tono bien matter-of-fact! Con esto quiero decir, de una manera que podría describir como ingeniosamente neutral, como para no implicarme montada a alguna emoción y en cambio tratar de animarme a contemplar un poco desde lo alto (si pudiera treparme) de un árbol. Pero no para entender algo (como si pudiera atreverme a hilar tan fino en la cuestión de algún sentido), sino para no dejar de sorprenderme de mí misma y de que lo que entendía por convicciones no eran más que una verja inextricable de prejuicios. Entonces tal vez la humanidad pasa por otro lado. Y si no, no importa. Ampliaremos (quizás).

viernes, 7 de julio de 2017

Relief

Un sentimiento de profundo pero singularísimo afecto me inspiraba mi amiga Morella. Llegué a conocerla por casualidad hace muchos años, y desde nuestro primer encuentro mi alma ardió con fuego hasta entonces desconocido; pero el fuego no era de Eros, y amarga y torturadora para mi espíritu fue la convicción gradual de que en modo alguno podía definir su carácter insólito o regular su vaga intensidad.
Morella, Edgar Allan Poe.


Este estado de la atmósfera cuando las tendencias emocionales terrestres parecen coincidir en la sensación dominante y casi devota de que no se sabe cuándo, pero que la lluvia nuevamente es inminente y necesaria. Me encanta esta lobreguez y su aroma mistérico consolidado. La miríada de nubes. Por sus pálidos grises se hincan luminosidades cobrizas cuya procedencia desconozco pero que por esta causa refuerzan mi desconcierto erotizado. La mirada. Deja de observar de tan capturada por el paisaje en torno. Son estos maravillosos recortes de la cotidianidad que me exilian de un recuerdo en el que ya no quiero volver a detenerme, de que hace una semana me concentraba una seguidilla de punzantes mordeduras en el estómago que no me dejaban dormir ni simplemente sentarme a estar. Es cierto que las papas estaban frías, pero también podría haber llamado con su nombre a aquel dolor. Sólo para complacerme con darle alguna explicación seguramente hecha de mis propios desengaños. Sucede que cada vez que vuelve a dar con el fundamento de mi sexualidad, se produce un desgarro que me dura por un mes y no sé si algún tiempo más. Empero podría asumir el valor de renunciar a obstinarme en algo que simplemente sucedió como podría ocurrir con tantas otras posibilidades que no cesan de rizarme los cabellos y volver a humedecerme esta vagina maculada. Pues bien, esta tarde el trueno partió el acostumbrado vértigo urbano. Desde la semana pasada el corazón viene sacudiéndome la cabeza de todos aquellos afectos tristes que me venían intoxicando con esperanzas fútiles y rencores que no me merezco. Bien podría haber muerto de indigestión, muerto o vuelto a nacer. Como sea, no pienso dejarme caer en la pusilanimidad que es a la vez una falta de respeto, la de pretender asociar simbólicamente la lluvia con la tristeza, todo lo contrario, el chubasco matinal me mostró las marcas galopantes al óleo de la correspondiente higiene mental. Me siento crecer y ahora bien puedo imaginar que los dolores son por estar rompiendo un nuevo cascarón... como Sinclair.

lunes, 3 de julio de 2017

Sobre Spinoza

¿Por qué escribir sobre Spinoza? También a él hay que abordarlo por el medio y no por el primer principio (sustancia única para todos los atributos). El alma y el cuerpo, nadie tuvo jamás una idea tan original de la conjunción «y». Cada individuo, alma y cuerpo, posee una infinidad de partes que le pertenecen bajo una cierta relación más o menos impuesta. Cada individuo también está compuesto de individuos de orden inferior y entra en la composición de individuos de orden superior. Todos los individuos están en la Naturaleza como en un plano de consistencia del que forman la figura completa, variable en cada momento. Y se afectan unos a otros, puesto que la relación que constituye cada uno supone un grado de fuerza, un poder de ser afectado. En el universo todo son encuentros, buenos o malos, eso depende. Adán come la manzana, ¿el fruto prohibido? No, es un fenómeno del tipo indigestión, intoxicación, envenenamiento: esa manzana podrida descompone la relación de Adán. Adán tuvo un mal encuentro. De ahí la fuerza de la pregunta de Spinoza: ¿qué puede un cuerpo?, ¿de qué afectos es capaz? Los afectos son devenires: unas veces nos debilitan, en la medida en que disminuyen nuestra potencia de obrar y descomponen nuestras relaciones (tristeza), y otras nos hacen más fuertes, en la medida en que aumenta nuestra potencia y nos hacen entrar en un individuo más amplio o superior (alegría)Spinoza no cesa de asombrarse del cuerpo. No se asombra de tener un cuerpo, sino de lo que puede el cuerpo. Y es que los cuerpos no se definen por su género o por su especie, por sus órganos y sus funciones, sino por lo que pueden, por los afectos de que son capaces, tanto en pasión como en acción. Así pues, no habréis definido un animal en tanto que no hayáis elaborado la lista de sus afectos. En ese sentido, hay más diferencias entre un caballo de carreras y un caballo de labor que entre un caballo de labor y un buey. Un lejano sucesor de Spinoza –Nietzsche-- dirá: mirad la garrapata, admirar esa bestia que se define por tres afectos, los únicos de los que es capaz en función de las relaciones de que está compuesta, un mundo tripolar, ¡eso es todo! Si la luz le afecta, se sube hasta la punta de una rama. Si el olor de un mamífero le afecta, se deja caer sobre él. Si los pelos le molestan, busca un lugar desprovisto de ellos para hundirse bajo la piel y chupar la sangre caliente. Ciega y sorda en ese inmenso bosque, la garrapata sólo tiene tres afectos, y el resto del tiempo puede dormir durante años mientras espera el encuentro. Y a pesar de todo, ¡qué fuerza! En último término, siempre se tienen los órganos y las funciones que corresponden a los afectos de los que se es capazComenzad por los animales simples, que sólo tienen un número pequeño de afectos y que no están en nuestro mundo, ni en otro, sino con un mundo asociado que ellos han sabido cortar, recortar, volver a coser: la araña y su tela, el piojo y el cráneo, la garrapata y un trozo de piel de mamífero, ésos sí que son animales filosóficos y no el pájaro de Minerva. Y llamamos señal a lo que provoca un afecto, a lo que viene a efectuar un poder de ser afectado: la tela se mueve, el cráneo se pliega, un poco de piel se desnuda. Tan sólo unos cuantos signos como estrellas en una inmensa noche negra. Devenir‑araña, devenir-piojo, devenir‑garrapata, una vida desconocida, fuerte, obscura, obstinada.

Cuando Spinoza dice: lo asombroso es el cuerpo..., aún no sabemos lo que puede un cuerpo..., no quiere convertir el cuerpo en un modelo, y el alma en una simple dependencia del cuerpo. Su empresa es mucha más sutil. Quiere eliminar la pseudo‑superioridad del alma sobre el cuerpo. Hay el alma y el cuerpo, y los dos expresan una misma y única cosa: un atributo del cuerpo es también un sentido (exprimé) del alma (por ejemplo, la velocidad). Y por la misma razón que no sabéis lo que puede un cuerpo, que hay muchas cosas en el cuerpo que desconocéis, que rebasan vuestro conocimiento, también hay en el alma muchas cosas que rebasan vuestra conciencia. Así pues, la verdadera cuestión es ésta: ¿qué puede un cuerpo?, ¿de qué afectos sois capaces? Experimentad, pero no dejéis de tener en cuenta que para experimentar hace falta mucha prudencia. Vivimos en un mundo más bien desagradable, en el que no sólo las personas, sino también los poderes establecidos, tienen interés en comunicarnos afectos tristes. La tristeza, los afectos tristes son todos aquéllos que disminuyen nuestra potencia de obrar. Y los poderes establecidos necesitan de ellos para convertirnos en esclavos. El tirano, el cura, el ladrón de almas, necesitan persuadirnos de que la vida es dura y pesada. Los poderes tienen más necesidad de angustiarnos que de reprimirnos, o, como dice Viriliode administrar y de organizar nuestros pequeños terrores íntimos. La vieja lamentación universal sobre la vida: vivir es no ser... Y de qué sirve decir «bailemos», si en realidad no estamos alegres. Y de qué sirve decir «morirse es una desgracia», si en realidad habría que haber vivido para tener verdaderamente algo que perder. Los enfermos, del alma tanto como del cuerpo, no nos dejarán, vampiros que son, mientras que no hayan conseguido contagiarnos su neurosis, su angustia, su querida castración, su resentimiento contra la vida, su inmundo contagio. Todo es cuestión de sangre. No es fácil ser un hombre libre: huir de la peste, organizar encuentros, aumentar la capacidad de actuación, afectarse de alegría, multiplicar los afectos que expresan o desarrollan un máximo de afirmación. Convertir el cuerpo en una fuerza que no se reduzca al organismo, convertir el pensamiento en una fuerza que no se reduzca a la conciencia. El célebre primer principio de Spinoza (una sola sustancia para todos los atributos) depende de este agenciamiento, y no a la inversa. Existe un agenciamiento Spinoza: alma y cuerpo, relaciones, encuentros, capacidad de ser afectado, afectos que realizan esa capacidad, tristeza y alegría que cualifican esos afectos. Con Spinoza la filosofía se convierte en el arte de un funcionamiento, de un agenciamientoSpinoza, el hombre de los encuentros y del devenir, el filósofo a la garrapata, Spinoza el imperceptible, siempre en el medio, siempre huyendo aunque apenas se mueva. Huyendo de la comunidad judía, huyendo de los Poderes, huyendo de los enfermos y de los venenosos. Y aunque él mismo puede llegar a enfermar, e incluso morir, sabe perfectamente que la muerte no es ni el principio ni el final, sino que tan sólo consiste en pasar su vida a otro. Lo que Lawrence dice de Whitman, ¡hasta qué punto conviene a Spinoza, es la continuación de su vida!: el Alma y el Cuerpo, y el alma no está ni encima ni dentro, está «con», está en el camino, expuesta a todos los contactos, a todos los encuentros, en compañía de todos los que siguen el mismo camino, «sentir con ellos, captar al vuelo la vibración de su alma y de su carne». Justo lo contrario de una moral de salud. Enseñar al alma a vivir su vida, no a salvarla. 

Gilles Deleuze y Claire Parnet, Diálogos : Pre-textos : Valencia : 1980, pp. 69-72.

domingo, 18 de junio de 2017

Un hombre llamado Ove (Suecia, 2015)


    Porque por suerte no sólo se trata de la truculencia de Lars Von Trier en Escandinavia. Y tanto allí como aquí la gente puede llegar a ponerse tan molesta que a uno le cuesta conseguir su propio suicidio tranquilamente. Si se me permite, voy a decir que la historia está construida con un nivel de dramatismo en su punto justo y un humor bastante ingenioso. Sin golpes bajos, admite verse de corrido aún en sus casi 2 hs de duración. Y al final recuerden que puede ratificarse eso que se dice, que en el fondo uno tiene el corazón grande.


martes, 13 de junio de 2017

Hechos conscientes

"Donde vosotros veis cosas ideales, veo yo cosas humanas, ay sólo demasiado humanas".




Ecce Homo:1908
Friedrich Nietzsche
(sigue siendo un alivio tenerlo a mano)

sábado, 6 de mayo de 2017

Punto de inflexión

Me gusta el punto de inflexión en que algo decanta en otra cosa. A verdad decir, me atrae el cándido juego logrado. Resulta que el multiformemente inagotable Imposible justo viene a querer truncarle la paciencia y entrarle por los costados a la señora Certeza Confór, tan definitivamente redonda y cerrada sobre sí misma. Si el Ouroboros se come la cola, la Certeza se traga la lengua. Entonces, el ridículo del Imposible pulula la escena, de lo más jovial la señora Confór se echa a rodar a carcajadas, y a modo de encantamiento y de un enredo hecho de posiciones sexuales vienen a parir lo inesperado, que me toma por asalto.



[Nunca antes me pasó, no saber en qué etiqueta hacer encajar a un texto]

domingo, 9 de abril de 2017

De Filemón, Mefistófeles y otros daimon

"Filemón y otras figuras de la fantasía me llevaron al convencimiento de que existen otras cosas en el alma que no hago yo, sino que ocurren por sí mismas y tienen su propia vida. Filemón representaba una fuerza que no era yo. Tuve con él conversaciones imaginarias y él hablaba de cosas que yo no había imaginado saberlas. Me di cuenta de que era él quien hablaba, y no yo. Él me explicaba que yo me comportaba con mis ideas como si las hubiera creado yo mismo, mientras que, en su opinión, estas ideas poseían su propia vida como los animales en el bosque o los hombres en una habitación, o los pájaros en el aire: «Si ves hombres en una habitación, no se te ocurriría decir que los has hecho o que eres responsable de ellos», me explicó. Así iba yo familiarizando paulatinamente con la objetividad psíquica, la «realidad del alma»".


Carl G. Jung 
Recuerdos, sueños y pensamientos (1962)


Aparte de coger como los dioses, se podría decir que Sting también tiene otros atributos, musicales por ejemplo...

sábado, 8 de abril de 2017

Los valiosos arquetipos


"En la medida en que lograba traducir mis emociones en imágenes, es decir, hallar aquellas imágenes que se ocultaban tras las emociones, sentía tranquilidad interna. Si me hubiera abandonado por completo a mis emociones, lo más probable es que hubiera sido destrozado por las actividades del inconsciente. Quizás los hubiera podido separar, pero entonces habría caído irremisiblemente en una neurosis y finalmente sus contenidos me hubieran destruido. Mi experimento me afirmó en la convicción de lo valioso que es, desde el punto de vista terapéutico, hacer conscientes las imágenes que se hallan detrás de las emociones". 

Recuerdos, Sueños y Pensamientos
Carl G. Jung (1962)

viernes, 17 de febrero de 2017

Que no parezca fanatismo ni algo en la lontananza de la cordura

No hay como pasar la noche en vela leyendo material de estudio, el cual ha recibido una considerable cantidad de improperios por parte de la que suscribe como para que mínimamente se me inicie un grosero expediente en el INADI por firme repudio a cuando menos una centena de filósofos y charlatanes varios cuyas verborragias no le deseo a nadie.

Pero habiendo sido repasado este material académico con variados métodos (en los que no podemos penetrar sin caer en la obscenidad) y diferentes colores que tienen la maravillosa propiedad de convertir tesis de cátedra en algo parecido a anuncios de circo, desde la esquivada mesa de diciembre no termino de incorporar sus contenidos a todo lo que se me da por llamar masa encefálica. Será que me rehúyen por ofendidos.

No obstante, asimismo y paradójicamente, no hay como transcurrir la antedicha y tan interesante vivencia estudiantil con la infatigable compañía de Rachma 🎔 que pone todo lo que hay que poner para que una se siga esmerando pá' delante.
Vamos, que brindando con birra por anticipado nos mentalizamos con bombos y platillos (o con piano y flauta) para el éxito.

viernes, 10 de febrero de 2017

Depeche Mode

Tiene toda la precisa dosis de sensualidad y de lo siniestro que requiere mi libido para seguir pulsando.
El barítono será lo que será pero nada le quita lo barítono.
No sé si hace demagogia conmigo y expresa lo que quiero decir en otras palabras,
me acompaña aún en mis miserias, me excita con alevosía o me vuelve a poner en eje enérgicamente; no sé cuál es su efecto particular, si habrá alguno o si en realidad me causa tanto bien porque me está proporcionando todo este combo tan tentador y sale con fritas.
La música siempre me salva de la decadencia.

(y me gusta que Dave Gahan baile tan encantadoramente mal como yo).

Catálogo del buen gusto

Cuando las personas hayan recobrado el buen gusto y la distinción,
finalmente se habrán dado cuenta de lo que les conviene.
Hasta entonces, siempre en vistas de la preservación de la propia salud mental,
(porque esto aplica a numerosísimas situaciones) 
¡no habrá con qué darles!

lunes, 7 de noviembre de 2016

Me sobran las palabras

palabras que no osan repercutir en el cuerpo
y no atinan a surcar la intensidad caleidoscópica del alma

sustancia y resabios de un material tan insuficiente como desencarnado
pieles testigos de otras murallas (que me quiero arrancar a los 33ºC) tan evanescentes como extrañas

se empecinan en seguirle los rastros a una experiencia que también se pretende sensata
pero en su discurrir se confunden con las huellas de otras memorias, otras gentes

y colapsan, se me estallan los sentidos fugaces,
en el cielo salpicado con mojones de nombres extraviados

últimamente me sobran las palabras para casi absolutamente todo

domingo, 16 de octubre de 2016

La dicha del querer a alguien

Esa inexplicable sensación de concebir adorable todo lo suyo
De registrar su ausencia como el incremento de aquél sentimiento
De aprender a regocijarme en la dicha del querer a alguien y manifestarlo
De asumir que no quiero arriesgarme a someter este cálido y real cariño al capricho de exigirle alguna expectativa
De ofrecer lo que esté a mi alcance y atender a recibir lo que de corazón está procurándome

domingo, 9 de octubre de 2016

sábado, 8 de octubre de 2016

La queja histérica

Finalmente llega el momento en que toda obsesiva logra darse cuenta y exclamar a los 4 vientos... ¡estoy rodeada de histéricos!

Una canción para amenizar el descubrimiento.
Seguimos con la onda armenia.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Danza de consideración

haberme entregado en cuerpo y alma hasta acabar sitiada en una aridez
por descuidada, por desatenta 
por mis también idénticos demonios
en la mismísima fuente sagrada
descender con la fuerza de las circunstancias hacia las raíces
buscando el agua para volver a fluir
en la templanza de quien todo lo comprende porque el todo la contiene
porque todo está lleno de amor para hacer simpatía

(y el que busca, encuentra...)
y regenerarme en una danza que simbolice toda la consideración que puedo infundirme esta noche




La canción expresa las dificultades que sobrevienen en el destino del amor entre un muchacho de origen turco y una joven, armenia. Más o menos como las delicadas vicisitudes que frecuentan el amor de a 2, el amor del todo y el amor al sí mismo cuando intentan caminar juntos.

martes, 2 de agosto de 2016

She'eriot Shel Ha'Chaim

No soy muy afecta al pop pero esta canción de Idan Raichel Project me ha tocado hasta los huesos y confieso que no puedo dejar de escucharla a diario. Al fin y al cabo, es como concluía China Zorrilla en Elsa y Fred: "el arte te llega, o no te llega". 

"Lo que el tiempo está diciéndome,
es todo restos de vida
y vivir el momento"


.... y me gusta más la versión en vivo que la de estudio, aunque quizás el vocalista tenga algunos inconvenientes de afinación (tal vez el micrófono no lo ayude mucho), pienso que tiene muchísima más potencia (aunque la otra sea muy dulce) desde la batería que nos prepara para el arranque, la majestuosidad de los instrumentos de viento, luego el equilibrio logrado con las voces femeninas y por último, el público acompañando como si hiciera las veces de coro en el comienzo me pareció impagable. 

martes, 19 de julio de 2016

Las danzas son una de esas actividades que me transmiten la sensación de "no puedo sacarme la sonrisa de la cara" a lo largo de, básicamente, todo su transcurso.

 

 

Un Ĉoĉek en sincronía como saludo a la noche que se viste de Luna llena O